El Centro por la Defensa de los Derechos Humanos IRIDIA ha denunciado públicamente el supuesto maltrato y vejaciones por parte de empleados del centro comercial Westfield Glòries que sufrió una mujer el pasado mes de junio.
Según ha explicado IRIDIA, Fatima B., una mujer de origen migrante, acudió el pasado verano a una tienda de ropa del centro comercial barcelonés para cambiar un pantalón que no le iba bien. A pesar de llevar el ticket de la compra de la prenda de ropa, una trabajadora avisó a un guardia de seguridad para decirle que lo había robado.
LA ACUSARON DE ROBAR
Según señaló Fátima ante un juez, uno de los vigilantes la empezó a increpar y a vejar por su origen. La víctima aseguró que las palabras del vigilante fueron que las personas migradas “vienen a robar”, y le ordenó que marchara. Fatima se negó y pidió la presencia de los Mossos d'Esquadra.
IRIDIA ha explicado que la mujer esperó a la policía durante media hora y en el transcurso de ese rato, los vigilantes la amenazaron diciendo que era mejor que marchara o le pasaría "algo peor". La entidad ha informado que los vigilantes supuestamente la amenazaron con decirle a la policía que era ella quien insultaba.
REGISTRO Y ENCIERRO EN UNA SALA DE CONTROL
El organismo que vela por los Derechos Humanos ha señalado que le impidieron grabar con su teléfono móvil, la cogieron por la fuerza, la registraron, le subieron la camiseta "más arriba de los pechos ante el resto de clientes" y más tarde la trasladaron a una sala de control del centro comercial, donde la obligaron a permanecer durante más de una hora.
Tras el supuesto caso de maltrato, Fátima llamó a un amigo que avisó a la policía. IRIDIA señala que cuando los agentes llegaron, la tuvieron encerrada en la sala mientras hacían comprobaciones. La entidad asegura que no le cogieron la denuncia que quería interponer y no le dijeron el número de identificación de los vigilantes de seguridad.
SECUELAS PSICOLÓGICAS
Al día siguiente Fátima presentó una denuncia y el juzgado tramitó el caso como un delito leve de lesiones y hurto contra ella y otro leve de lesiones, amenazas y coacciones contra uno de los vigilantes. IRIDIA recurrió a la Audiencia, que archivó la causa contra la mujer y ordenó instruir la causa contra los dos vigilantes por delitos de lesiones, detención ilegal y coacciones, entre otras.
La supuesta víctima ha explicado haber sentido "miedo" en el momento y ha denunciado las secuelas psicológicas que sufre desde entonces, por las cuales se tiene que medicar. Fátima ha dicho haber explicado su caso "para que no le vuelva a pasar a nadie más" y ha señalado que "no hay derecho" de ser víctima del racismo de los vigilantes privados.
RESPUESTA DEL CENTRO COMERCIAL
Por su parte, el centro comercial ha asegurado no tener constancia de que haya alguno de sus trabajadores implicado en el incidente. También ha señalado que las tiendas del centro comercial contratan externamente a sus propias empresas de seguridad.