La Fiscalía reclama 42 años y 10 meses de prisión, y más de 29.800 euros en indemnizaciones, para un hombre acusado de seis abusos sexuales, una tentativa de abuso y cuatro robos con violencia e intimidación contra siete mujeres entre noviembre de 2018 y enero de 2019 en la provincia de Barcelona.
En el juicio, que ha comenzado este martes en la Audiencia de Barcelona, el ministerio público ha explicado que las siete víctimas son mujeres prostitutas. El procesado, presuntamente, quedó con ellas y las drogó sin su consentimiento para abusar de ellas o robarles las pertenencias de valor que portasen encima.
El primer ataque se produjo el 30 de octubre de 2018, después de quedar con la víctima a través de una página web de servicios de prostitución y llevarla a un inmueble de su propiedad. El hombre la habría narcotizado, "con ánimo libidinoso", con una bebida que contenía varios fármacos, idónea para privarla de su sentido. Aprovechándose de esa situación, abusó de ella sin su consentimiento; también le robó el teléfono móvil y 320 euros que tenía en efectivo. Luego fue hallada en la calle, tumbada en una cuneta, con claros signos de que alguien había abusado sexualmente de ella.
LLEGÓ A VIOLAR Y HERIR DE GRAVEDAD A ALGUNAS DE ELLAS
El ministerio público reitera que, víctima tras víctima, el presunto abusador utilizó el mismo modus operandi para aprovecharse sexualmente de más mujeres que se dedicaban a la prostitución: quedaba con ellas, las drogaba para anular su voluntad y, una vez las sustancias habían surgido efecto, abusaba de ellas y les robaba.
Los delitos que imputa la Fiscalía al procesado son de diferente grado: con algunas presuntamente efectuaba tocamientos sin el consentimiento de ellas, mientras que con otras llegó a penetrarlas y a infligirles daños físicos de gravedad. Para drogar a las víctimas, el acusado utilizaba una mezcla que contenía cafeína, ibuprofeno, anfetamina, metanfetamina, paracetamol y diversos tipos de éxtasis, entre otras sustancias. De todas sus víctimas, la quinta fue ingresada en un hospital tras ser drogada y abusada.
PILLADO 'IN FRAGANTI'
El 16 de enero del 2019, el procesado intentó abusar de su última víctima: quedó con la mujer a través de una página de prostitución, la drogó y la llevó hasta el inmueble de su propiedad. No obstante, ese día, los Mossos d'Esquadra estaban haciendo labores de vigilancia en el inmueble donde estaban ocurriendo los hechos y pudieron sorprender al acusado antes de que consumara ningún abuso sexual sobre la que ya era, presuntamente, su séptima víctima en apenas tres meses.
Por su parte, la defensa pedirá la libre absolución del procesado, ya que los presuntos abusos sexuales que apunta la Fiscalía fueron, según el letrado del acusado, relaciones sexuales consentidas.