Los jóvenes que agredieron a un chico homosexual en el metro de Barcelona en 2019 se sientan este viernes en el banquillo de los acusados. El juicio se tenía que haber celebrado en febrero, pero se aplazó porque uno de ellos no se presentó.
La fiscalía y el Observatorio contra la Homofobia piden cinco años de cárcel para los tres acusados por un delito de lesiones con agravante de homofobia. También por un delito de robo en grado de tentativa. Como acusación particular, además del Observatorio, también se han personado el Ayuntamiento, la Generalitat y el Consorcio de Hospitales. Estos piden que se les sentencie por un delito de odio.
"TÚ NO ERES UN HOMBRE, ERES UN MARICÓN"
La paliza se produjo en la mañana del 12 de enero de 2019, después de que la víctima accediera al vagón de un metro de la L1 en el que se encontraban los cuatro agresores. Tras sentarse en uno de los asientos, se le acercó el menor del grupo y empezó a insultarlo con frases como "no eres un hombre, eres maricón", que los acusados jaleaban con risas. Inmediatamente hizo un ademán de abalanzarse sobre el joven agredido, por lo que contactó con el servicio de seguridad del metro a través del interfono. De nada sirvió. El acoso cesó durante pocos minutos. Al bajar del vagón en en la estación de Urquinaona, se dirigió hacia las escaleras de salida, pensando que los agresores permanecían en el convoy, lo que no fue así.
De acuerdo con el escrito de la fiscal, con el "propósito de seguir humillándole y amedrentándole", así como con el ánimo de "menoscabar su integridad física", los agresores bajaron al andén y siguieron a la víctima. Al llegar esta a las escaleras de salida, el menor corrió hacia él y le acometió por la espalda "lanzándole un puñetazo a la altura del cuello con tal ímpetu que le hizo caer al suelo". El menor y otro de los acusados aprovecharon dicha circunstancia para propinarle repetidamente patadas y puñetazos por todo el cuerpo, especialmente en la cara, y poco después se sumó al ataque otro de los acusados. Durante la agresión, el cuarto de los participantes permaneció, según el ministerio público, "impasible observando" como el resto arremetía contra la víctima, que yacía en el suelo malherida.