Altercado en el metro de Barcelona. Un vídeo que circula en redes muestra como una vigilante de la Línea 5 del Metro de Barcelona arroja la mochila de un pasajero al andén cuando este se negaba a bajar del vagón o a ponerse una mascarilla tal y como indica la normativa para acceder al transporte suburbano.
El metraje muestra como la vigilante, que va sola, y el pasajero se enzarzan en una discusión en la que la vigilante le recrimina "no tener educación" por no acceder a ponerse la mascarilla ante el resto de pasajeros, que le reclamaban al hombre que se colocara la medida de protección sanitaria.
Ante la negativa del pasajero, la vigilante le ordena bajar con ella en la siguiente estación, cosa a la que vuelve a negarse, por lo que la vigilante opta por arrebatarle la mochila y lanzársela al andén para presionar al pasajero para que abandone el transporte.
No obstante, el pasajero no se mueve de su asiento mientras es recriminado paro otros pasajeros. "Ponte la puta mascarilla", le espetan. Lejos de amedrentarse, el pasajero actúa con indiferencia ante la pérdida de su mochila. Eso sí, "la pagarás muy cara", le asegura a la vigilante.
Preguntados por este medio, fuentes sindicales del sindicato de trabajadores de seguridad ADN han celebrado la actuación de la vigilante. En concreto, aseguran que se trata de una gran actuación porque ante una crisis la vigilante optó por una opción no violenta. "Podría haber terminado mucho peor", aseguran, "pero la vigilante optó por arrojar la mochila para presionar al usuario del metro".
DENUNCIAN QUE TMB LOS DEJA DESAMPARADOS
Denuncian desamparo por parte de TMB y recuerdan que la función de pedir a los pasajeros que se pongan la mascarilla, de echarlos del transporte en caso contrario e incluso de interponer sanciones administrativas es trabajo de los interventores. No obstante, los interventores "han desaparecido" y han delegado esa responsabilidad en los vigilantes de seguridad, que no siempre van en parejas.
"Nos encontramos en muchas ocasiones situaciones de prepotencia y chulería por parte de usuarios que nos obligan a actuar" y a tomar decisiones que no son competencia nuestra, explican.