Un exentrenador del Club de Fútbol Artès y exmonitor de un esplai de la localidad ha aceptado 2 años y 11 meses de cárcel por abusar de menores, a los que enviaba mensajes sexuales por redes sociales y, a algunos de ellos, les tocó los genitales por encima de la ropa.

El acusado ha reconocido este lunes los hechos ante la sección tercera de la Audiencia de Barcelona, después de que las partes hayan llegado a un acuerdo, puesto que Fiscalía inicialmente solicitaba para el exentrenador de fútbol un total de 24 años y 10 meses de prisión.

VÍDEOS Y CONVERSACIONES SEXUALES

Según el escrito de acusación del ministerio público, el exentrenador mantenía conversaciones de contenido sexual con varios de sus alumnos por las aplicaciones Instagram, WhatsApp y Snapchat, a algunos de ellos los sometió a tocamientos de geniales y llegó incluso a masturbarse por videoconferencia con uno de los menores.



El tribunal, que ha dictado sentencia de conformidad 'in voce', le ha impuesto también al acusado una multa de 1.260 euros e indemnizaciones a las víctimas que suman un total de 7.400 euros. La pena de prisión ha quedado suspendida durante cinco años con la condición de no volver a delinquir, del pago de la responsabilidad civil en un plazo de seis meses y a la asistencia del condenado a una formación sobre educación sexual.

APROVECHABA SU SUPERIORIDAD

La Fiscalía ha señalado en su escrito que el acusado, que ejerció de entrenador y monitor entre enero de 2017 y noviembre de 2018, contactaba a menores nacidos en 2004 a su cargo, de los que conocía su edad exactamente, y les hacía proposiciones sexuales. El exentrenador "invitaba a los menores a explicar sus experiencias sexuales, les explicaba prácticas sexuales que desconocían o los animaba a realizarlas, ejerciendo un rol de superioridad y de control emocional", recoge el ministerio público.

ACTUÓ DURANTE DOS AÑOS

El acusado mantuvo en 2017 varias conversaciones de contenido sexual con uno de los menores, al que le propuso desnudarse y ducharse juntos, con alusiones constantes a sus genitales, y llegó a hacerle creer al menor que mantenían una relación sentimental, según el ministerio público. El escrito de acusación también sostiene que el menor se sentía perturbado por la situación, puesto que había normalizado el tener que sentarse en las faldas del acusado, darle besos o cogerle de la mano, y en unos campamentos el exentrenador llegó a tocarle los genitales por encima del pantalón.



En el año 2018 mantuvo conversaciones sexuales con otros menores, a los que llegó a preguntar cuántas veces se masturbaban, o conversaciones sobre el tamaño de su pene, ofreciéndose a practicarle -al menos a uno de ellos- sexo oral, destaca el fiscal.



Entre junio de 2017 y principios de 2018 consiguió que uno de los menores accediera a hacer una videollamada sexual, donde el acusado se masturbó enseñándole los genitales y consiguió que el menor hiciera lo mismo, y llegó a tocarle las partes íntimas por encima de la ropa en un par de encuentros posteriores.

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