Agentes de los Mossos d'Esquadra con un detenido / EFE

Agentes de los Mossos d'Esquadra con un detenido / EFE

Sucesos

Condenan a 20 años de prisión a dos hermanos por matar al dueño del piso donde robaron en Barcelona

Los asaltantes golpearon a la víctima, la ataron y finalmente la asfixiaron cuando ésta les descubrió en pleno robo

1 julio, 2023 10:29

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El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 20 años de cárcel contra dos hermanos por robar en un piso de Barcelona en 2007 y matar al propietario tras maniatarlo y meterle un trozo de ropa en la boca hasta asfixiarlo, un caso resuelto 12 años después gracias a los avances tecnológicos.

La Sala de lo Penal del Alto Tribunal ha dictado una sentencia que rechaza el recurso de los asaltantes contra la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que confirmó aquella de la Audiencia de Barcelona por delitos de robo con violencia y asesinato.

ASALTO Y CRIMEN

La sentencia relata que ambos hermanos entraron en un piso de Barcelona, en la tarde del 18 de octubre de 2007, para robar los objetos de valor y dinero en efectivo que hubiese en la vivienda. Los ladrones, al toparse con el propietario del piso, golpearon a la víctima "en común acuerdo" en el rostro y en las costillas, y lo ataron de pies y manos utilizando cables informáticos y cinta adhesiva, así como alguna pieza de ropa.

Tras maniatarlo, "con ánimo de acabar con su vida o asumiendo las altas probabilidades" de que pudiera morir, los hermanos le introdujeron una pieza de ropa en su boca hasta la tráquea y rodearon su cabeza con más cinta adhesiva, impidiendo que el hombre pudiera respirar. La víctima, que sufrió múltiples contusiones, falleció por una insuficiencia respiratoria. Los ladrones se llevaron objetos de lujo y dinero en efectivo con un valor aproximado de unos 3.800 euros.

RESOLUCIÓN DEL CASO

Aunque los hechos se produjeron en 2007, las actuaciones estuvieron archivadas entre 2008 y 2019, cuando se retomó la investigación que desembocó en la condena a los dos acusados al analizar unos informes periciales lofoscópicos de hace 12 años con técnicas actuales, lo que permitió hallar dos pruebas clave: una huella dactilar de un acusado en la cinta de embalar usada para atar los tobillos de la víctima y otra huella del otro hermano en una factura nominal encontrada en el piso de la víctima.