Los Mossos d’Esquadra buscan a un agresor que ha atacado a mujeres taxistas en Barcelona. Este individuo ha asaltado a dos conductoras con un cuchillo. A la primera, le realizó cortes en ambas muñecas. Los investigadores piensan que ambos incidentes, uno ocurrido el 4 de abril y otro el 15 de septiembre pasado, son perpetrados por la misma persona.

El primer ataque sucedió en la calle Dolors Monserdà, en el barrio de Sarrià. El agresor tomó un taxi en la intersección de Josep Tarradellas con la calle Borrell. Una vez que llegaron a su destino, el pasajero sacó un "cuchillo de grandes dimensiones", como se detalla en el informe policial, y se lo colocó en el cuello a la víctima. El atacante le exigió que se pusiera bridas, a lo que la mujer accedió, quedando atada al volante. Luego, le robó una mochila con sus pertenencias, llaves y el teléfono móvil, y antes de abandonar el vehículo, le hizo dos cortes en las muñecas, según explica El Periódico.

Ata a sus víctimas al volante

El 15 de septiembre, un hombre abordó otro taxi en la misma intersección de Josep Tarradellas y Borrell, esta vez conducido por otra mujer. El agresor le pidió que la llevara a la calle Iradier, también en la zona alta de la ciudad, donde se encuentra una comisaría de los Mossos. Sin embargo, al llegar, cambió de dirección y solicitó que lo dejara en la calle Pomaret, en el barrio de Sarrià. Al llegar a este lugar, el asaltante sacó un cuchillo, lo colocó en la espalda de la mujer y le pidió que se atara con las bridas. La víctima logró atarse sin que las bridas quedaran demasiado ajustadas, aunque quedó inmovilizada al volante. El agresor se llevó su bolso, pero dejó su teléfono y otras pertenencias a petición de la víctima.

No dejar rastro

Un detalle significativo es que el hombre llevaba guantes y, antes de salir del taxi, limpió la superficie, según relata el mismo medio. Luego, huyó a pie por la calle Pomaret. La conductora logró desatarse y llamar a emergencias.

Este ataque ocurrió a solo 100 metros del primero. Los investigadores creen que el agresor podría tener conocimiento de la zona, ya que elige lugares tranquilos, con pocos transeúntes y alejados de comercios para perpetrar sus delitos.

La Unidad de Investigación de Sarrià de la policía catalana está llevando a cabo la investigación y busca determinar si ha habido más ataques en otros distritos de la ciudad, revisando las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona y tratando de localizar al responsable de estas agresiones.