La Policía Local del municipio metropolitano de Castelldefels intensifica la persecución a la práctica de la prostitución. También a los puteros. Agentes del cuerpo municipal denunciaron a dos personas por llevar a cabo esta práctica prohibida en el término municipal.
Sucedió el pasado lunes. Una de las dos era la prostituta, que ofreció en la autovía sus servicios. La otra era un hombre, que había pagado por recibir los 'servicios' de la trabajadora sexual.
Multas de hasta 3.000 euros...
En su cuenta de Twitter, la Policía Local ha recordado que ejercer la prostitución o aceptar tener relaciones sexuales a cambio de dinero, con la agravante de hacerlo en zonas públicas, acarrea multas que pueden llegar hasta los 3.000 euros.
"Esta actuación se suma a las inspecciones periódicas que realizamos en domicilios dónde se ejerce la prostitución, especialmente orientadas a la protección de las mujeres, ya que en muchos casos son víctimas de explotación sexual", añade la policía.
... Que llegan a casa
A principios de año, este medio ya se hizo eco de que la prostitución volvía a aflorar en la autovía C-31 a la altura del municipio metropolitano, pero también puso en alerta otras localidades vecinas como Gavà.
El gobierno casteldefelense explica que aplica una política de 'tolerancia cero' a la prostitución y que sanciona tanto a prostituta como al 'cliente', con especial énfasis en este, haciendo que la multa llegue a su casa.
Ello se combina con la prohibición de apertura de prostíbulos en la ciudad cerca de colegios.