VÍDEO: Así fue la brutal agresión a los vigilantes de seguridad del metro de Barcelona
Las imágenes muestran unos segundos del desalojo tras la riña multitudinaria, en la que los trabajadores tuvieron que defenderse y uno de ellos perdió la visión de un ojo
El suceso: Agresión grupal a cuatro vigilantes del metro de Barcelona tras desalojar el vagón por actos incívicos
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Indefensos y sin dar abasto. Unas imágenes de la brutal agresión que sufrieron unos vigilantes de seguridad del metro de Barcelona el pasado sábado, 18 de enero, muestran la realidad de los trabajadores.
En la secuencia, a la que ha podido tener acceso Metrópoli, se ve cómo varios trabajadores de seguridad privada se enfrentan a los jóvenes que protagonizaron la pelea.
Pelea multitudinaria
El vídeo muestra como un vigilante golpea a uno de los agresores con la defensa, que se le acaba cayendo al suelo.
Seguidamente, y tras recogerla, se dirige hacia otro de los componentes del grupo para continuar defendiéndose. Mientras tanto, sus compañeros mantienen contra la pared a otro joven. Todos intentan controlar la situación a duras penas.
Pérdida de visión
A pesar de que las imágenes del momento solo muestran unos segundos de la totalidad del suceso, la agresión fue brutal.
Se saldó, de hecho, con uno de los vigilantes gravemente herido: se quedó sin la visión del ojo izquierdo a causa de un puñetazo.
Desprotegidos
La agresión ha sido la gota que ha colmado el vaso. Los vigilantes ya llevan meses manifestándose y protestando por sus condiciones laborales y por la desprotección en sus puestos de trabajo.
Tras la pérdida de visión del compañero, que ya ha recibido el alta hospitalaria, los trabajadores han llamado a una huelga indefinida. Consideran que el daño se podría haber evitado "con una correcta dotación de personal", expresó el sindicato CCOO.
Poblenou
Los hechos tuvieron lugar en la parada de metro de Poblenou y, al parecer, todo se originó por un grupo de "salvajes" que estaban realizando actos incívicos en el vagón. Incluso se dice que se pelearon con otro grupo de chicos.
Fue en el momento del desalojo cuando la chispa prendió y los vigilantes, una vez más, salieron mal parados.