
Audiencia de Barcelona
Una nueva víctima se suma a la denuncia contra una iglesia evangélica de Terrassa
La denunciante, quien formó parte de la congregación desde su infancia, afirma haber sufrido abusos sexuales a manos de un miembro de la iglesia que ya ha fallecido
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Una nueva feligresa ha decidido sumarse a la denuncia presentada contra la Iglesia Evangélica Samaria, ubicada en Terrassa, Barcelona.
Esta denuncia ya había sido interpuesta por varios miembros de la comunidad y está siendo gestionada por el Juzgado de Instrucción 4 de la localidad.
Clima de control
La denunciante, quien formó parte de la congregación desde su infancia, afirma haber sufrido abusos sexuales a manos de un miembro de la iglesia que ya ha fallecido.
En la denuncia, ella menciona al pastor de la iglesia y a su esposa como responsables de un clima de control y represalias dentro de la comunidad.

Sede de los juzgados / EUROPA PRESS
Esta situación se suma a la ampliación de la denuncia inicial de diciembre de 2024, que ya incluía a otros dos implicados. Uno de ellos era un monitor de la iglesia y el otro, un menor en el momento de los hechos, ambos acusados de delitos contra la libertad sexual.
Más testimonios
Desde principios de marzo de 2025, más feligreses han aportado sus testimonios, relatando experiencias de maltrato psicológico y vejaciones continuas, presuntamente infligidas por el pastor y su esposa.
Según lo informado por 'El Periódico' y confirmado por Europa Press, la nueva denuncianta describe cómo los fieles eran sometidos a una serie de prácticas inquietantes durante sus reuniones.
Relata que cada fin de semana se proyectaban vídeos aterradores sobre el infierno, que incluían escenas explícitas y sonidos desgarradores. Los niños, que tenían entre 5 y 12 años, no podían negarse a verlos, bajo pena de severas consecuencias.
Ambiente de angustia y miedo
La feligresa señala que las enseñanzas del pastor creaban un ambiente de angustia y miedo. Se les decía que, si decidían separarse de la iglesia, podrían enfrentar desgracias graves, como enfermedades o incluso la muerte.
Ella destaca que este entorno educativo, que fomentaba la obediencia ciega, convirtió a muchos feligreses en blancos fáciles para los agresores.
La denunciante revela que a la edad de 7 años fue víctima de abuso sexual por parte del tesorero de la congregación, quien ya ha fallecido.

Edificio de la Audiencia de Barcelona / EP
Relata que este individuo solía rodearse de niños, entreteniéndolos con bromas y caramelos, y que, tras invitarlas a su casa, les mostró revistas pornográficas y abusó de ellas.
Graves secuelas
La denunciante ha padecido graves secuelas, incluyendo ansiedad, hipersexualización y trastornos obsesivos, lo que la llevó a recibir tratamiento médico.
Mónica Santiago, abogada de las víctimas, comentó tras la primera ampliación de la denuncia que el objetivo es "desenmascarar las atrocidades sufridas por hasta tres generaciones de feligreses de la iglesia Samaria".