El teniente de alcalde de Cultura de Barcelona, Jaume Collboni, y el concejal del distrito de Sant Martí, Josep Maria Montaner, han anunciado que el Gobierno municipal instalará en 2019 la sede de la futura Casa de las Letras de Barcelona en el edificio en el que estaban las antiguas oficinas de la Compañía General de Autobuses, en el número 99-115 de la calle Roc Boronat, en el barrio del Poblenou.
Lo ha dicho este jueves en una rueda de prensa, en la que Collboni ha explicado que este espacio acogerá la sede del organismo jurídico Barcelona, Ciudad Literaria del Mundo, que se creará a raíz del nombramiento de la capital catalana como Ciudad de la Literatura de la Unesco en 2015, y desde donde se gestionarán programas de divulgación y la promoción de la literatura.
Las funciones de este organismo serán aglutinar las principales actividades públicas de divulgación literaria; crear una comisión público-privada con los gremios y asociaciones del sector; gestionar la presencia institucional barcelonesa en las principales ferias editoriales del mundo, además de ampliar la relación con el resto de ciudades de la Red de Ciudades de la Literatura.
Montaner ha dicho que el edificio, que es de propiedad municipal, se construyó en 1928 y está desocupado desde 2007, y dispone de cuatro plantas de 486 metros cuadrados, y la protección patrimonial del edificio, de nivel C, obligará a mantener el volumen y la fachada, así como el mantenimiento de los elementos metálicos, en unas obras con una dotación aprobada de 3,7 millones de euros.
Este espacio acogerá la sede del Consorcio de Bibliotecas de Barcelona y la del Observatorio Internacional del Libro e invitará a la Institución de las Letras Catalanas a establecerse en el edificio, además de convertirse en espacio para conferencias, debates, presentaciones de libros y actos de representación sectorial y las sedes de asociaciones y gremios del sector.
El equipamiento, que dispondrá de auditorio, café literario, espacio de exposición, almacén de consulta para la cesión de fondos y legados, y espacios de trabajo para residencias de autores, quiere convertirse en un escaparate internacional que refleje la capacidad y la "potencia global" del sector del libro barcelonés, y el Ayuntamiento invertirá en él unos 3,5 millones de euros al año.
NUEVO 'THINK THANK'
El Gobierno municipal también quiere impulsar la creación del 'think thank' Observatorio Internacional del Libro, con el objetivo de que se convierta en un espacio líder en el análisis y la discusión de las cuestiones que afectan al sector a escala mundial, además de generar programas de investigación que vinculen a profesionales y estudiantes y elaborar una agenda de actividades propia.
El consistorio, a través del Observatorio, quiere reforzar el Fòrum Edita a Barcelona, que promueve el Gremio de Editores de Catalunya, para que se consolide como un espacio de debate, reflexión y propuesta editorial a escala global, así como ampliar el potencial de las relaciones productivas entre el sector editorial y otros sectores culturales e institucionales en materia de gestión de derechos.
Asimismo, se buscará consolidar la red de festivales de literaria en el contexto de la creación del consorcio Barcelona, Ciutat Literaria, y consolidar programas estables de fomento de la lectura y creación de la demanda, ha observado Collboni, ya que permitirá asegurar una inversión efectiva de las tendencias actuales de consumo de libros.