Las campañas de comunicación en prensa, radio y televisión de la Conselleria de Salut de la Generalitat repiten machaconamente que cuando se sienta el primer síntoma de una enfermedad, se debe acudir siempre al Centro de Atención Primaria (CAP) habitual, o al que esté de guardia, para así no saturar los servicios de urgencias de los hospitales. Pero en el caso de la gripe, casi es preferible lo contrario porque hasta ahora los ambulatorios han quedado excluidos de los planes de contingencia que únicamente aportan recursos extras (y más personal) a los centros hospitalarios para hacer frente a la cíclica epidemia de todos los inviernos. Los profesionales sanitarios quieren que esta situación cambie y por eso reclaman refuerzos para los ambulatorios antes de que empiecen los primeros brotes y ya sea demasiado tarde.
“El nivel de saturación de un CAP siempre es tan alto como si hubiera una epidemia”, explica Óscar Pablos, secretario del sector de Primària ICS de Metges de Catalunya. Por una simple regla de tres, si durante la epidemia de gripe no se refuerza el personal sanitario del centro de atención primaria y los recursos “a la saturación de cada día hay se tiene que añadir el extra de los enfermos de gripe”, destaca Pablos lo que desborda las salas de espera y lo colapsa todo. “Y así es muy difícil trabajar en términos cualitativos”, lamenta el secretario.
Desde hace unos años, la conselleria de Salut pone en marcha a mediados de diciembre el Plan Integral de Urgencias de Catalunya (PIUC), que el año pasado aportó 17 millones de euros complementarios a los hospitales y a los centros socio-sanitarios. “Pero para los centros de primaria, cero euros”, subraya Pablos.
RECURSOS PARA ATENCIÓN PRIMARIA
Todavía no se conoce cuál es la dotación del PIUC para esta campaña de gripe. El tema de fondo es que, con la aplicación del artículo 155 que devuelve al gobierno del Estado las competencias en sanidad, no se tiene la plena seguridad de que se ponga en marcha el plan previsto. Hasta ahora, los profesionales de la sanidad pública no han podido influir en el modelo de reparto del PIUC pero en la próxima mesa sectorial, que está prevista para finales de mes, Metges de Catalunya va a exigir a la administración que los CAP también reciban una parte sustancial de los recursos económicos extraordinarios contra la epidemia.
Los médicos solo esperan una respuesta positiva. “Si se nos dice que la atención primaria no necesita más recursos contra la gripe se tendrán que explicar muy bien las razones, porque resultaría contradictorio”, avanza el portavoz de Metges de Catalunya. Óscar Pablos ironiza y propone que, en el caso de que la atención primaria quedara fuera del plan, Salut “debería hacer una campaña complementaria advirtiendo a los usuarios que cuando vayan 'primero al CAP', tal y como se les pide, se lo van a encontrar saturado”. “Si se dan consejos hay que decir toda la verdad”, recalca el responsable de los médicos de primaria
Mientras se acaba de gestar el PIUC y se definen sus beneficiarios, los médicos todavía respiran tranquilos unos días con tranquilidad porque el último informe de la red de vigilancia epidemiológica de esta misma semana no ha detectado la presencia de virus de la gripe en las muestras. El nivel de epidemia no se alcanza hasta que se diagnostican 110 casos cada 10.000 habitantes, y se está muy lejos de esos guarismos.
Si continúa la tendencia de los últimos años, la gripe golpeará Barcelona entre enero y febrero, en cuanto se concentren varios días de temperaturas muy bajas y un ambiente muy seco, sin lluvias. O al menos eso es lo que se prevé. También se espera que el virus sea de la misma cepa del año pasado y por lo tanto, las vacunas que se están administrando desde hace unas semanas a los grupos de riesgo tendrían una elevada efectividad.
LA GRIPE AUSTRALIANA
Estas previsiones no son fruto del azar. Se basan en el comportamiento del virus en nuestras antípodas, concretamente en los datos que se recogen en Australia cuando aquí es verano y allí invierno, la estación preferida por la gripe. Los epidemiólogos barceloneses ya tienen la información australiana en sus manos y en base a ella auguran que este año la epidemia de gripe “no será excesivamente” agresiva, indica Óscar Pablos.
No obstante, no se puede bajar nunca la guardia “todo puede cambiar en cualquier momento. Depende de cuándo empiece el brote”, indica el secretario de primaria de Metges de Catalunya. Así, si la gripe comenzara, por ejemplo, durante el periodo de compras navideñas (cuando la gente se concentra en las grandes superficies comerciales) el contagio sería muy fácil y el virus se extendería con gran rapidez. Y el colapso en las urgencias de los centros sanitarios sería no solo inmediato sino de proporciones bíblicas.