El Barça sigue haciendo limpieza en el vestuario: a unos los echa y a otros los renueva. En los últimos días ha habido movimientos orquestales. Si hace no mucho cedió a Arda Turan y amplió el contrato de Gerard Piqué, ahora ha oficializado un par operaciones casi al unísono con dos puertas distintas: ceder a Rafinha al Inter y renovar a Sergi Roberto.
Rafinha Alcántara será, pues, nuevo jugador del Inter de Milán. Tras una semana de negociaciones intensas, el club azulgrana ha aceptado su última oferta. El Barça quería venderlo, pero los italianos han logrado imponer su criterio: el jugador será cedido hasta final de temporada con una opción de compra de 35 millones (más tres en variables), tres millones menos de los que le había pedido en principio a la entidad transalpina. Además, otra contrariedad para el Barça es que la opción de compra no es obligatoria. El Inter se hace cargo de lo que le queda de ficha esta temporada y le firmarán tres años más en verano.
Rafinha, que llevaba nueve meses y medio sin jugar, disputó sus últimos minutos como azulgrana el pasado miércoles en la derrota de su equipo ante el Espanyol (1-0), en la ida de los cuartos de final de la Copa. Cuando la compra se haga efectiva, a partir del 1 de julio, se convertirá en el canterano formado en La Masia que más dinero ha dejado en las arcas del club blaugrana.
Rafinha viajará a Milán este mismo fin de semana para pasar el reconocimiento médico mañana y está previsto que pueda presenciar el partido entre el Inter y la Roma en el Giuseppe Meazza, que se celebrará a las 20.45 horas, justamente a la misma hora que el Barça se enfrente al Betis.
Mientras tanto, otro canterano ha visto por fin la luz y el Barça le ha concedido lo que era un clamor popular: la ampliación de contrato. Como en el caso de Piqué, será hasta el 2022 y con una cláusula de rescisión de 500 millones, a cambio de una mejora sustancial de su ficha. De esta manera, el Barça blinda a un jugador en alza que empezaba a ser tentado por los clubs ingleses.