Gerard Piqué sigue en pie de guerra. Atizando a la afición del Espanyol donde más duele. Minutos después de marcar el gol del empate y evitar la primera derrota del Barça en la Liga, el defensa internacional compareció ante los medios de comunicación. Y rescató su discurso más “sarcástico”.

“El Espanyol es un club cada vez más desarraigado de Barcelona”, manifestó Piqué. “Es muy obvio que son de Cornellà y tienen un propietario chino”, prosiguió el futbolista. “Sé que dolió lo que dije, pero también duele lo que grita la afición del Espanyol. No me molesta que me insulten a mí, pero sí a mi familia”, añadió.

Piqué, envalentonado, recalcó: “Veo que mis palabras dolieron porque han gastado mucho dinero en una campaña. No hace falta que digan que son de China, Italia o Tabarnia. Desde el club no han hecho nada para evitar los insultos a mi familia”.

VALVERDE Y QUIQUE

Ernesto Valverde, entrenador del Barça, se mostró mucho más distendido, intentando restar tensión a las palabras de su futbolista. “El gesto lo enmarco dentro de lo que ha sido esta semana y la rivalidad”. El técnico extremeño, asimismo, dijo que daba “mucho valor” al empate.

Más molesto se mostró Quique Sánchez Flores, quien declaró que nadie “puede hacer callar a la afición del Espanyol”. Granero, por su parte, dijo: "No tengo ni idea qué significa desarraigo. Nosotros no discriminamos entre una ciudad pequeña y obrera y una gran ciudad como Barcelona".

El Espanyol rozó la proeza en una temporada en la que ha ganado un partido y empatado otra contra el eterno rival en su estadio. El Barça, por su parte, prosigue su estado de felicidad en la Liga. El empate fue bien recibido en el vestuario azulgrana.

 

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