El fichaje más caro de la historia del Barça, Philippe Coutinho, ha protagonizado este lunes la anécdota de la jornada, pese a que no ha viajado con sus compañeros a Londres para jugar contra el Chelsea.

El futbolista brasileño ha aprovechado el descanso que le brinda el no poder disputar la Champions para hacer turismo por Barcelona, una ciudad que ya conoce bien, pues vivió seis meses en ella cuando disputó la parte final de la temporada 2011-2012 con el Espanyol, cedido por el Inter de Milan.

Su destino ha sido la Sagrada Família, donde ha acudido con su familia y unos amigos. Mientras visitaba el templo, Coutinho ha dejado su coche aparcado en una zona de carga y descarga, entre las calles València y Sardenya.

Para su sorpresa, cuando ha finalizado la visita, sobre las 18:45, el vehículo no estaba donde lo había dejado y en su lugar se ha encontrado el aviso de la grúa municipal.

VISITA AL DEPÓSITO

El jugador brasileño ha reaccionado con diligencia, aunque enfadado, según el diario Sport. Tras consultar el procedimiento para recuperar su coche, un Audi Q7 de color negro, ha parado un taxi que le llevara al depósito municipal, donde ha podido retirar el vehículo.

Coutinho no puede jugar la Champions con el Barça porque esta temporada ya la ha disputado con el Liverpool. Es por ello que no ha viajado a Londres con sus compañeros, donde el resto de miembros de la plantilla ya se ha ejercitado en Stamford Bridge, donde este martes tratarán de adelantarse en la eliminatoria de octavos de final.

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