Si decimos “insectos”, ¿en qué piensas? ¿En matarlos, en comerlos? ¿En ambas cosas? Si te gustan las nuevas experiencias y te apetece probar algo diferente en la cocina, estás de suerte.

La parada del Mercat de la Boqueria, Bolets Petràs, ha vuelto a abrir ahora bajo el sello BcnInsects, una tienda de la misma familia que acerca al consumidor insectos para integrar en nuestra gastronomía mediterránea. Grillos, gusanos, hormigas, escorpiones y... tarántulas. Entre otros.

La inquietud y los incontables viajes llevaron a Isaac Petràs a apostar por este ingrediente exótico. “Dicen que 30 gramos de insectos tienen las mismas proteínas que un bistec de 300 gramos”, cuenta el impulsor a Metrópoli Abierta.

Sin embargo, en la tienda rehuyen de las nuevas etiquetas para los insectos: “superalimento” y “comida del futuro”. De hecho, llevan años acercando este producto a los barceloneses. Incluso antes de que se pusiera “de moda”.

LA LEY LO PERMITE

En 2006 tuvieron que cesar su actividad porque no había ley que lo regulara. Ahora, gracias a una normativa europea de 2015 que ha entrado este año en vigor en España ya pueden volver comercializar los insectos. “¡Atrévete!”, anima Petràs a los clientes mientras les facilita algunas recetas para cocinarlos de una forma divertida y... sabrosa.

No es fácil dar el paso de juntar garbanzos y grillos en un estofado. Hay que tener agallas. Por eso, para que los consumidores pierdan “el asco del principio” el equipo de BcnInsects decidido condimentar los insectos con queso, chile o barbacoa.

Los presentan en bolsitas modernas de ocho a 10 gramos y se pueden comprar tanto físicamente en el mercado como en su tienda online, que abre las 24 horas.

¿Cuáles son los más difíciles de meter en la boca? Según explica Petràs, las tarántulas y los escorpiones son los más cuestan. Aquí cuestan, pero en otras culturas los insectos forman parte de la gastronomía local.

Uno de los escorpiones que venden en BcnInsects



Es el caso de México, por ejemplo, donde hay documentados 542 insectos. O en Zambia, que dicen que los Mole crickets (grillos de mole) traen fortuna, mientras que en Latinoamérica se cree que predicen la lluvia. Eso no dejan de ser supersticiones –más o menos cuestionables– pero si hay algo indudable es que el grillo, en la boca, cruje. Cras, cras.

La tienda BcnInsects que se encuentra en el Mercado de la Boqueria



Probarlo o no probarlo es una cuestión cultural. Igual que lo es la carne de llama, de cobaya, de perro, camello, conejo o cordero. Una barrera. Y, luego, el sabor que... solo se conoce probándolo. ¿Te atreves?

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