El píxel aterrizará en Barcelona esta primavera. No se trata de una campaña #FreeTheNipple ni de una ocultación de identidad. Se trata de la última instalación del polémico artista Santiago Sierra Presos políticos en la España contemporánea, que fue retirada en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid (ARCO) a petición del recinto ferial Ifema.

El Centre de Cultura Contemporània (CCCB) ha anunciado que acogerá la obra para su exposición. Según han informado los organizadores en un comunicado, la decisión “se enmarca dentro de uno de los ejes de reflexión permanente del CCCB sobre la relación entre lenguajes, verdad y política que se han realizado o están programadas para este curso”.

La obra compuesta por 24 fotografías –que ha comprado Tatxo Benet– llegará al espacio barcelonés después de su paso por el Museo de Lleida, donde se podrá ver a partir del 7 de marzo y hasta el 22 de abril. De hecho, el propietario expresó su voluntad de volverla a exponer en el Museo de Lleida coincidiendo con el reciente traslado de las piezas de Sijena.

Presos políticos en la España contemporánea se presentó el pasado lunes en la Fundación Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo de Madrid. Este jueves viajará a Valencia para ser expuesta en el Octubre Centre de Cultura Contemporània (OCCC).

UN ARTISTA TRANSGRESOR

No es la primera vez que el arte de Santiago Sierra causa revuelo en una exposición. El artista madrileño –que rechazó en 2010 el Premio Nacional de Artes Plásticas 2010 dotado con 30.000 euros– fue uno de los pocos que despuntó por su transgresión en la feria ARCO de 2017. Lo hizo con tres supuestas esvásticas incluidas en su instalación El bebedero que escandalizaron a más de uno. En realidad, las esvásticas estaban giradas hacia la derecha y, según su simbología, están asociadas a la buena fortuna desde el Paleolítico hasta la época moderna. Una confusión ingeniosa que provocó polémica. 

En esta última se muestran los rostros pixelados del exvicepresidente del Govern destituido por el 155, Oriol Junqueras, el expresidente de la ANC y diputado de Junts per Catalunya Jordi Sànchez y el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, entre otros, para “denunciar la existencia de presos políticos en el Estado”.

La retirada de la obra de Santiago Sierra reabrió la polémica sobre los límites de la libertad de expresión. Es por ello que empezó a viralizarse en la misma línea que lo han hecho durante estos días las canciones del rapero mallorquín Valtonyc –por sus supuestos ataques a la monarquía española– o Fariña, el libro “secuestrado” sobre el narcotráfico en Galicia de Nacho Carretero.