La magia de Leo Messi pone la Liga a tiro del Barça. El mejor futbolista de todos los tiempos liquidó al Atlético en un partido de alto voltaje, disputado sin tregua y con dos partes perfectamente diferenciadas. Con un futbol muy bien elaborado en el primer acto y con una disciplina espartana en el segundo, el equipo de Valverde abre una brecha de ocho puntos que puede ser definitiva. Con clase y muchas dosis de orgullo, el Barça se sobrepuso a las negligencias de un calendario que pudieron jugarle una mala pasda.
Valverde encaró el partido desde el atrevimiento, con Coutinho en el centro del campo en detrimento de Paulinho o André Gomes, con el objetivo de monopolizar el balón. El Barça, preocupado por su respuesta física, quería golpear primero y firmó una primera parte muy notable, con Messi asociándose perfectamente con Suárez y Coutinho, mucho más protagonista que en partidos precedentes. En la presión y en la lectura de los espacios, el grupo azulgrana también estuvo muy acertado.
El Barça jugó con velocidad e inteligencia. Imprimió una marcha más que el Atlético y se encomendó al talento de Messi para penalizar a su rival. Y el astro argentino, muy motivado, destrozó la pizarra de Simeone con un libre directo magistralmente ejecutado que batió a Oblak. Fue otra obra de arte similar a las pintadas contra el Girona y Las Palmas en poco más de una semana.
LESIÓN DE INIESTA
El Atlético, herido, apretó los dientes hasta el descanso. Koke, Saúl y Gabi estaban mucho más preocupados por frenar el vendaval barcelonista que por conectar con Griezmann y Diego Costa, que no remataron a portería. En el Barça, la felicidad no era completa por la lesión de Iniesta, que se retiró con molestias en los isquiotibiales de la pierna derecha.
El segundo acto fue otra historia. Una historia antagónica. Reculó el Barça y el Atlético rescató su espíritu más combativo y ambicioso, con cuatro delanteros en el campo (Correa, Griezmann, Gameiro y Diego Costa). Piqué, uno de los iconos barcelonistas, sufrió otro golpe en su maltrecha rodilla y su sufrimiento se contagió a un equipo mucho menos exquisito pero más competitivo que nunca, sustentado por 90.000 aficionados en la mejor entrada de la temporada. Se sobrepuso a todos los problemas el Barça y ya vislumbra la Liga.
HOMENAJE A QUINI
El recuerdo a Quini fue muy emotivo antes del partido. El club difundió un vídeo con algunas imágenes del exdelantero barcelonista, acogido con una gran ovación en el Camp Nou y gritos de “ahora, ahora, ahora Quini, ahora”. En el estadio también se desplegó una enorme pancarta con el lema “Quini sempre recordat” cuando los jugadores del Barça y del Atlético saltaron al campo. El minuto de silencio fue unánimemente respetado por todos los aficionados.