Si nos paramos a pensar, Barcelona, siempre ávida en cuanto a tendencias comestibles y bebibles, es un auténtico hervidero en materia coctelera. Desde auténticas instituciones clásicas a templos de la creatividad, pasando por establecimientos que elaboran cócteles para que viva la fiesta, hay una gran concentración de hotspots en la capital catalana para echar un trago de nivel. Hemos recopilado algunos de ellos. Hay algo viejo y algo nuevo en estas direcciones, siempre imprescindibles para quienes quieren brindar, sea cual sea el motivo, con un cóctel.

 

Velcro

Recomendación: Daiquiri de limón.

Una pequeña coctelería de estilo relativamente indie, en pleno corazón de Gràcia. No destaca por su glamour ni por su interiorismo, ya que su decorado es relativamente underground y sin pretensiones, pues allí todo está enfocado para que disfrutes de un buen cóctel. Y en eso no fallan ya que su principal valor es, sin duda, el bartender (¿qué podría haber mejor?), simpático, apasionado y un as para preparar los combinados más famosos: mojito, daiquiri, gintonic… Los sirven con algún aperitivo (frutos secos, patatas chips, olivas) para atenuar el efecto del alcohol. También tienen vino y cerveza.

Cóctel del velcro



Velcro. Vallfogona, 10.

 

Balius Bar

Recomendación: Nina, Sidecar o vermut.

Vamos un poco más allá. Rumbo al barrio del Poblenou para dar con esta gastrocotelería. La oferta de la casa consiste en tapas ecológicas (hay cocina non-stop hasta las 22.30 horas elaborada con materia prima km 0, de la que salen platos tan destacados como las albóndigas y el atascaburras) y cócteles de autor de inspiración clásica, maridajes. También practican el vermutismo –con mayúsculas- los fines de semana. La carta de cócteles se renueva cada temporada para, explican, poder sacar así más partido a los mejores sabores de frutas y verduras.

Balius bar



Balius Bar. Pujades, 196.

 

Antigua Compañía de las Indias

Recomendación: Guajiro.

Si necesitas escaparte de la agitación barcelonesa, cruza las puertas de este recién inaugurado establecimiento. Entrar ahí es viajar a los trópicos y sentarse en la barra es asistir a un show de alto standing coctelero. Porque aquí estamos a bordo del buque colonial de Adriana Chía, una de las jóvenes promesas de la coctelería española, cuyo nombre empezó a sonar cuando hizo sus pinitos en la prestigiosa coctelería Solange y pegó el bombazo al ser la primera mujer en llegar al primer puesto de la World Class España 2016 (unos de los más prestigiosos certámenes del sector). En la Antigua Compañía de las Indias se va a disfrutar de cócteles creativos y llenos de sofisticación, de inspiración tropical: son golosos, dulces, afrutados, frescos y visualmente impactantes. También tienen carta gastronómica informal pero gourmet.

Antigua compañía de las indias



Antigua Compañía de las Indias. Diagonal, 432.

 

Solange

Recomendación: Gin Fizz.

Esta coctelería debe su nombre a una de las ‘chicas Bond’ a la que daba vida Caterina Murino en ‘Casino Royale’. Y por ello no es de extrañar que este local respire la elegancia y sofisticación del mundo de James bond. Hay detalles dorados, juegos de espejos, sofás vintage, barra de madera… Todo es exquisito. Esta coctelería lleva la firma de los hermanos y maestros cocteleros Pernía. La carta se caracteriza por homenajear a los clásicos, sin artificios ni excentricidades, sino preparados con extremo rigor y con destilados premium: gin tonic, gin fizz y bloody mary son algunos de los señores cócteles de la casa que os iniciarán de la mejor manera al arte de la coctelería. También hay propuestas de autor, que cambian durante el año. Y si queréis más créditos: Solange figura en la prestigiosa lista de los World’s 50 Bests Bars.

Solange



Solange. Aribau, 143.

 

Dry Martini

Recomendación: Dry Martini.

Imposible hablar de coctelería sin poner en el mapa a Dry Martini, la ‘maison’ del conocidísimo Javier de las Muelas. En esta institución son especialistas, cómo no, en elaborar el cóctel que da nombre al local pero también es un templo frecuentado por los fanáticos del gintonic, cuya carta incluye desde el clásico hasta variaciones rocambolescas a base de tuneados con efectos (casi especiales) e ingredientes que van desde las especias a las frutas y las hortalizas. Por ello, Dry Martini está en el Top 5 mundial de los mejores bares de ginebra. El estilo es clásico, intimo, exquisito. Muy ‘upper’ Barcelona.

dry martini



Dry Martini. Aribau 162-166.

 

Sol y Sombra

Recomendación: Manhattan.

Quizás el sector de la coctelería sea uno de los más propicios a sacar partido de la atmósfera y estilo vintage que tanto ha triunfado en la última década. Este local es otra dirección barcelonesa que ha sabido aprovechar su tirón para crear un ambiente refinado, clandestino y acogedor. Esta diminuta coctelería del Raval es en realidad la cara nocturna de La Taverna del Suculent, que a partir de las 22 horas se convierte en una barra donde disfrutar de clásicos elaborados con destilados y espirituosos de categoría y cócteles vintage (es el lugar perfecto para descubrir o redescubrir brandy, jerez, cognac, calvados, absenta…), la gran pasión del bartender de la casa, Jordi Baqués.

Sol y sombra



Sol y sombra. Rambla del Raval, 39.

 

Milano Cocktail Bar

Recomendación: Gintonic clásico.

La Ley Seca, sin duda, sigue siendo gran fuente de inspiración en el mundillo de los cócteles. Este bar del centro barcelonés es buena muestra de ello. Se accede a él por una escalera que nos lleva al subterráneo de una cafetería, como si de un lugar prohibido y secreto se tratase. Los camareros y bartenders que deambulan por el espacio con uniforme blanco de algodón grueso inmediatamente te transportan a otra época, una experiencia que redondea la música jazz en vivo que suena cada noche. La carta es de inspiración clásica y se trata de un bar habitual de los ránkings de los mejores gin tonic. También hay una sencilla oferta gastronómica con tapeo, hamburguesas y un buen steak tartar.

Milano



Milano Cocktail Bar. Ronda de la Universitat, 35.

 

Paradiso

Recomendación: Le Peruvian.

Si hay algo que siempre nos ha gustado vincular al mundo del cóctel es un halo de misterio y clandestinidad. Por ello, no es extraño descubrir que algunos han abierto su bar explotando esta esencia al máximo. Es el caso del Paradiso, al que se accede a través de una antigua puerta de nevera (con perdón de San Pedro) del Pastrami Bar. Si bien llama la atención su aspecto de cueva secreta y llena de glamour, lo que más impacta es su carta de cócteles, archicreativos, con combinaciones de sabores equilibradas y logradas, pero también haciendo una fuerte apuesta por un impacto visual estético y sorprendente. Nos gusta también su apuesta por vajillas y copas de lo más singulares. Entrar en Paradiso (el del Born) es una experiencia en toda regla.

Paradiso



Paradiso. Rera Palau, 4.

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