Los nostálgicos de Sarrià nunca le olvidarán. Dámaso Ruiz Tintoré, Dámaso Perico para los aficionados del RCD Espanyol, ha fallecido este martes en un accidente de coche en Tarragona.
Dámaso Perico y su bombo forman parte de la historia del Espanyol. Célebres eran sus apariciones por las gradas de Sarrià, algunas veces disfrazado de torero y otras de astronauta, animando a los hinchas blanquiazules. Eran los años 80, años de UEFA y descenso a Segunda División, de bengalas y violencia en las gradas, cuando el fútbol era mucho más local y menos negocio.
JUNTA DE ACCIONISTAS CRISPADA
Conocido también como el cura del Espanyol, Dámaso fue un hombre de paz y predicó la unión del espanyolismo, sobre todo en los momentos de máxima tensión. Célebre fue, por ejemplo, su intervención en la crispada junta de accionistas del club de 2012. Su frase “haya paz hermanos”, vestido con su alzacuellos, también será eternamente recordada por los periquitos.
La muerte de Dámaso, a punto de cumplir 48 años, ha tenido un gran impacto en las redes sociales. El Espanyol ya ha expresado sus condolencias y ha anunciado que guardará un minuto de silencio en el próximo partido de Liga, contra el Málaga.
Llora el espanyolismo por Dámaso y el cielo es, hoy, un poco más blanquiazul y ruidoso. Descanse en paz.