Semana negra en el Espanyol. Tres días después del fallecimiento de Dámaso Ruiz Tintoré, uno de sus hinchas más carismáticos, el club llora la muerte de Julio Pardo (66 años), presidente blanquiazul entre 1989 y 1993, tras sufrir un infarto que no ha superado.
Pardo presidió el Espanyol entre el 3 de diciembre de 1989 y el 21 de enero de 1993, años de mucha crispación institucional por los altibajos deportivos del equipo y, sobre todo, por la conversión de la entidad en Sociedad Anónima Deportiva y sus problemas económicas.
Abogado de profesión, Pardo asumió el mando del Espanyol en Segunda División, tras imponerse en las urnas a Manuel Meler, Pablo Ornaque y Abel Hernández. Su lema era: "Por un Espanyol de Primera y en Sarrià".
El Espanyol regresó a la máxima categoría del fútbol espanyol, pero en 1997 se trasladó a Montjüic, la casa de alquiler de los periquitos hasta 2009, hasta la inauguración del nuevo campo de Cornellà-El Prat.
Pardo, muy criticado por las grandes familias del Espanyol, fue sustituido en la presidencia por Francisco Perelló.