La micropigmentación es una técnica de maquillaje permanente que consiste en insertar en la epidermis (la capa más superficial de la piel) pigmento mediante pequeñas agujas y cuyo fin es el de embellecer, corregir o mejorar determinados rasgos de la anatomía corporal. 



Esta técnica se suele asociar al tatuaje, pero tiene bastantes diferencias. Mientras que en la micropigmentación se trabaja superficialmente, en el tatuaje se inyecta el pigmento a nivel más interno. Por otro lado, los pigmentos que se utilizan en la micropigmentación son naturales, a diferencia del tatuaje, que son químicos. Hay que tener en cuenta también que a diferencia de un tatuaje, la durabilidad de la micropigmentación suele ser entre 2 y 5 años (en función del tejido del paciente, de los cuidados posteriores, de la exposición al sol de la persona etc.), no es difinitiva.



Actualmente, la micropigmentación se está utilizando mucho en el ámbito paramedical como complemento para solucionar problemas antiestéticos o no deseados, como puede ser: reconstruir una areola, ya sea por mastectomía, cirugía aumento, reducción y tratamientos de elevación, en cuyo caso la areola necesitaría solo ser devuelta a su aspecto natural. Y como alternativa después de una cirujia para camuflar las cicatrices, dejándolas prácticamente imperceptibles. 



Cabe destacar el amplio abanico de servicios que tenemos en el campo de la micropigmentación:

· Micropigmentación facial (cejas, labios y ojos)

· Camuflaje de estrías, cicatrices y manchas

· Densificación Capilar

· Reconstrucción areolar y periareolar



Todo tratamiento deberá ser evaluado previamente por un técnico dermopigmentador, quien definirá cuál es el servicio más adecuado según las características particulares de cada caso.

 

* Patricia Mulero es especialista en Dermopigmentación de Clínica Diagonal

 

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