Andrés Iniesta ya es eterno. Una leyenda. El 20 de mayo de 2018, 26 años después de la mítica final de Wembley que dio la primera Copa de Europa al Barça, el club despidió a otro referente del mejor equipo de la historia. El héroe de Stamford Bridge tuvo el homenaje perfecto. Levantó la 25ª Liga del Barça, que cerró la Liga 2017-18 con 93 puntos, 14 más que el Atlético y 17 más que el Real Madrid, y fue aclamado por una afición totalmente entregada a su clase y compromiso con la entidad desde que ingresó en La Masia hace 22 años.
"Es un día difícil, pero he pasado 22 años maravillosos en el mejor club del mundo. Gracias a todos por el cariño y el respeto. Me voy con 34 años hecho un hombre y solo puedo decir que os llevaré en el corazón. Visca el Barça, visca Catalunya y visca Fuentealbilla", pronunció Iniesta, micrófono en mano, en sus últimas palabras a la afición azulgrana antes de ser manteado por sus compañeros.
El Camp Nou se emocionó con Iniesta en la última función del futbolista internacional con la camiseta azulgrana. Coreó su nombre y su primer apellido con una mezcla de fervor y melancolía, convencida la afición de que el 8 todavía tiene mucha magia en sus botas.
ESPECTACULAR MOSAICO
Con un espectacular mosaico con la inscripción “Infinit Iniesta” y el protocolario pasillo de la Real Sociedad, apareció Iniesta en el campo. Él acaparó todo el protagonismo en otra jornada para festejar el título de Liga y visualizar la camiseta de la próxima temporada, con 10 franjas rojas para homenajear los 10 distritos de Barcelona.
A los ocho minutos, la afición del Barça mostró una enorme pancarta con la inscripción “Gràcies per tant” y más canciones de agradecimiento a Iniesta en un partido especialmente emotivo para él.
EL GOL DE COUTINHO
El partido, como mucho, fue entretenido. La primera parte acabó como empezó, con muy pocas ocasiones de gol y no demasiados destellos de clase. La segunda se animó con el gol de Coutinho y la incorporación de Messi, que sustituyó al brasileño para jugar sus últimos minutos con Iniesta, uno de sus mejores socios.
El gran momento, sin embargo, llegó en el minuto 81 cuando Valverde ordenó la sustitución de Iniesta por Alcácer. La ovación fue histórica, con los aficionados puestos en pie y cantando hasta que terminó el partido. En el banquillo, Andrés quiso vivir el momento con tranquilidad pero sin perderse detalle alguno, mirando hacia la grada de un Camp Nou más inmenso y pasional que nunca.
Terminado el partido, se apagaron las luces y comenzaron los homenajes a Iniesta, el jugador infinito del Barça.