L’Eixample no se vende. Aún quedan locos románticos que apuestan por lo local para erigir pequeños espacios de esencia. Es el caso de los dos que están detrás del nuevo 119, un local con terraza y metros contados de felicidad para el cuerpo. Está en los Jardins de la Indústria, un parque escondido entre Marina y Lepanto que acepta a locales y extraños entre césped y juegos infantiles. El reducto del guerrero urbano.
El 119 acaba de nacer con una propuesta clara por el vermut (todas las mesas reciben con un sifón) y el producto cuidado para el tapeo fácil. Paninis, creppes, raciones de jamón de Jabugo y, por ejemplo, las patatas 119, la versión local de las bravas aquí cocidas y pasadas por el horno y acompañadas de tres salsas (alioli, picante y de mayonesa dulce), es una muestra de su oferta, siempre posterior –si es menester- de la tapa de cortesía que sirven con la primera consumición. No quedan de estos ya…
La nueva propuesta de los Jardins de la Indústria se completa con una serie de mesas en la terraza, que en estos días de bueno ejercen de polo de atracción. Atrás han quedado esas primeras semanas de funcionamiento, cuando la terraza estaba montada y recibía con manta para menos valientes. Cortesías de un local que cuida, de los que hacen sello Barcelona.