El Barça también jugará la final de la Champions. Eliminado por la Roma en cuartos de final, el equipo de Valverde no podrá levantar la copa más preciada, pero su puntuación final dependerá del duelo entre el Liverpool y el Real Madrid. Una victoria inglesa sería muy celebrada por todos los estamentos del Barça, entregados al espíritu de Dalglish, posiblemente el mejor futbolista de la historia del Liverpool. Su legado es reivindicado en un documental, Kenny, que recientemente se estrenó en Barcelona.
Dalglish fichó por el Liverpool en 1977 con la difícil misión de sustituir a Kevin Keagan, la estrella del equipo red que ganó la Copa de Europa el año que estalló el movimiento punk en Inglaterra. Procedente del Celtic, el delantero escocés se convirtió en el nuevo ídolo de Anfield, donde celebró 25 títulos. Los más festejados fueron las tres Copas de Europa (1978, 1981 y 1984) y las 8 Ligas inglesas que conquistó hasta 1990, como futbolista y como jugador/entrenador.
El Liverpool de Dalglish ya derrotó al Real Madrid en la final de la Copa de Europa de 1981, aunque el gol del triunfo inglés en París lo marcó Kennedy, a nueve minutos del final. Desde entonces, el equipo español ha disputado seis finales de la máxima competición europea y ha ganado las seis. París, sin embargo, fue otra historia. Inolvidable para algunos nostálgicos culés, que entonces festejaban una Liga por década y alguna Recopa. Eran otros tiempos.
DEL CELTIC AL LIVERPOOL
Dalglish fue la gran referencia del Liverpool. Destacó como goleador, primero, y como socio perfecto de Ian Rush, después. Deportista con mucha personalidad y tremendamente reservado, conectó muy bien con The Kop, la mítica grada de Anfield. Antes había sido el gran ídolo del Celtic, el primer club británico que ganó la Copa de Europa. Kenny debutó con el equipo católico de Glasgow en 1967, poco después de la mayor gesta del fútbol escocés.
El destino quiso que Dalglish triunfara en el Celtic, para frustración y enojo de su padre, que era un ferviente seguidor del Rangers. Tal era la devoción por el club protestante que la familia se trasladó a un piso situado junto a la ciudad deportiva del Rangers. Entonces, poco podía imaginarse Dalglish que jugaría algún día en el Celtic. Mucho menos el 2 de enero de 1971, fecha fatídica en la historia del fútbol británico. Ese día fallecieron 66 personas al desplomarse una grada de Ibrox Park tras un duelo entre los dos grandes clubes de Glasgow. Un jovencito Kenny, de 9 años, estaba en la grada.
Dalglish, curiosamente, también fue testigo de las otras jornadas negras que castigaron al fútbol británico en los años 80. El 29 de mayo de 1985 jugó la final de la Copa de Europa en Heysel (Bruselas), tristemente recordada por la avalancha que terminó con 39 personas muertas (32 italianos, 4 belgas, 2 franceses y 1 británico) y 600 heridos. La Juventus ganó por 1-0 al Liverpool un partido que para muchos nunca tuvo que jugarse.
Cuatro años más tarde, y ya como jugador/entrenador, Dalglish vivió otra experiencia horrorosa. Frustrante. Nunca, nunca olvidará la tragedia de Hillsborough. El 15 de abril de 1989, el Liverpool y el Nottingham Forest se enfrentaban en Sheffield en una semifinal de la Copa inglesa. El partido tuvo que suspenderse a los pocos minutos de su inicio cuando los aficionados invadieron el terreno de juego. No saltaron al campo para agredir a ningún jugador, sino para evitar una muerte por asfixia. Falló la seguridad y muchos aficionados se colaron en las gradas. La sobreocupación terminó con cientos de personas aplastadas y 96 muertos, un número maldito que nadie olvida en Anfield.
Dalglish rememoró años después las tres tragedias en el documental que narra su vida. Habló de Ibrox Park y de Heysel. También de Hillsborough. Viajó en coche hasta Sheffield, pero descendió del vehículo medio kilómetro antes de llegar al campo. Más de una lágrima derramó en la colina desde la que se divisa el estadio y nunca olvidará el trato vejatorio de los medios de comunicación más sensacionalistas, especialmente las informaciones del diario 'The Sun' criminalizando a los hinchas del Liverpool.
Este sábado, el pasional club inglés tiene otra cita con la historia. Como proclama su himno, el Liverpool nunca camina solo, juegue en Inglaterra, en Kiev o en la otra punta del mundo. Los 'reds' conquistaron su última Champions en 2005 tras remontar un 3-0 adverso al Milan. El Real Madrid, el gran club de Europa, exigirá otro milagro. Un milagro que también imploran en Barcelona y que traerá grandes recuerdos a Dalglish.