Meritxell Batet, la ministra conciliadora de Sánchez

Meritxell Batet será la única ministra del gobierno socialista de Pedro Sánchez. Todo apunta que Batet, nacida en 1973, ocupará la cartera de Administraciones Públicas, es decir que la política autonómica y la búsqueda de una posible solución política al conflicto catalán pasará por las manos de la exdirectora de la Fundación Pi i Sunyer. Batet, de talante conciliador, será el contrapunto de Josep Borrell, convertido en el azote socialista del independentismo.

De niña, Batet estudio en la Escola Gravi de Gràcia. La escuela, situada en la avenida de Vallcarca, es una cooperativa y se define como "catalana, laica, activa, democrática y pluralista". El ideario del colegio cuadra a la perfección en la personalidad de Batet.

En 1995, Batet se licenció en Derecho en la Universidad Pompeu Fabra (UPF). La nueva ministra, íntima amiga del concejal socialista en Barcelona, Jaume Collboni, explica que los estudios se los pagó con una beca concecida por el Estado "y trabajando de camarera". Nada más acabar la carrera, se incorporó a la UPF, primero como profesora de Derecho Administrativo y, posteriormente, como profesora asociada de Derecho Constitucional.

Batet se presentó por primera vez a unas elecciones al Congreso de los Diputados por el PSC en 2004. En aquella ocasión fue como independentiente. Aunque fue elegida diputada, no se afilió al PSC hasta 2008. Lo hizo en la Federación Socialista de Gràcia. Sin embargo, su primer contacto con el PSC fue durante sus años de estudiante. Su director de tesis, Josep Mir, le comentó que el exalcalde Narcís Serra, por aquel entonces primer secretario de los socialistas (1996-2000), buscaba una persona que coordinara su secretaría. Probó y se quedó. Batet colaboró dos años con Serra.

APOYO A MADINA

En 2013, en la pugna entre Eduardo Madina y Sánchez por la Secretaría General del PSOE, Batet apoyó a Madina, aunque este hecho no fue un obstáculo para que el actual presidente del Gobierno la incorporara a la Ejecutiva Federal. Batet se convirtió en una de las personas de la máxima confianza de Sánchez. Incluso formó parte del equipo del líder socialista en su intento, a la postre fallido, de llegar a la Moncloa en 2016 y evitar unas nuevas elecciones al Congreso de los Diputados.

Tras la destitución de Sánchez como Secretario General del PSOE en 2016 y la convocatoria de unas nuevas primarias socialistas --celebradas la primavera del año pasado--, a las que se presentaron el propio Sánchez, Susana Díaz y Patxi López, Batet no apoyó públicamente a Sánchez como candidato a la secretaría general. La fidelidad al líder socialista, al igual que la del resto de diputados del PSC, había quedado clara unos meses antes cuando Batet rompió la disciplina de voto dictada por la Ejecutiva socialista y no apoyó la proclamación de Mariano Rajoy como presidente del gobierno.   

En el terreno personal, Batet ha estado casada durante 10 años con el diputado del PP José María Lassalle. Del matrimonio nacieron dos mellizas, Adriana y Valeria. Batet es propietaria de dos pisos, uno en Barcelona y otro en Madrid, según figura en su declaración de bienes del Congreso de los Diputados.