Bruno Mars conquista Barcelona con flow y fuegos artificiales

El amor por Bruno Mars no para de crecer. Hace un año el cantante hawaiano llenaba el Palau Sant Jordi con 18.000 espectadores. Este año lo ha hecho en el Estadio Olímpico donde han acudido 54.000 fans. Consiguió un sold out en pocas horas. Su poder de convocatoria no tiene límites: su público se ha triplicado. Así lo ha demostrado este miércoles por la noche en un concierto mágico lleno de confeti y fuegos artificiales.

Eran las 22 horas y el público estaba ansioso. Bruno Mars tenía que salir a actuar, pero se hacía esperar. Algunos fans, hartos de su impuntualidad, empezaron a silbar y llenaron las redes de quejas. De repente el cantante irrumpió sobre las tablas con ropa deportiva y mucho flow. Al público se le pasó el enfado cuando inauguró su show con el hit Finesse y sus bailes de street boy.

"Encantado de volver a Barcelona", ha dicho Mars con simpatía antes de introducir Treasure con voz y gestos de conquistador. Si algo no le falta al cantante es arrolladora energía capaz de conquistar cualquier estadio. "Te quiero mucho cariño. Cariño, cariño...", ha vociferado haciendo aullar a la grada, antes de penetrar en los ritmos de Chunky igualmente aplaudidos.

INTERACTUACIÓN CON LOS FANS

El hawaiano ha seguido con That's What I Like, que ha interpretado con humor y pidiendo la participación de los fans, especialmente de las "Barcelona girls". También ha habido lugar para el sosiego con canciones como Versace On The Floor, dejando al público coger oxígeno, aunque este ha optado por iluminar el estadio con sus móviles, y Mars por dar más fuegos artificiales.

El cantante ha puesto la guinda del pastel con Marry You, una canción tan pegadiza que pasará a formar parte del imaginario colectivo. Tras el subidón ha reaparecido al escenario con otro vestuario y una canción bien amada Locked Out of Heaven, acompañada de confeti y más fuegos artificiales.

El punto y final lo ha puesto con dos de sus hits más populares: la serena melodía de Just The Way You Are y, como colofón final, Uptown Funk. El público ha enloquecido y más de uno ha salido afónico del recinto. El carisma de Bruno Mars no deja indiferente a nadie.