El 3 de mayo, antes de la moción de censura contra Mariano Rajoy, el PSOE registró en el Congreso la despenalización y regulación de la eutanasia en España. Antes de que Pedro Sánchez se imaginara que podría ser Presidente, impulsó esta norma pionera en España y en gran parte de Europa (solo Bélgica y Holanda tienen esta legislación). Y, si se materializa, supondrá la gran primera ley de la era Sánchez.

Este martes se está votando la consideración en el Congreso, pero la cuestión ya ha trascendido. Por su parte, el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB) ha publicado un documento que defiende el debate sobre la eutanasia, aunque recuerda que debe ser compatible con la prioridad de garantizar "una atención digna y de calidad en el proceso final de la vida" del que aún carecen muchas personas en España.

El documento, elaborado por una docena de profesionales y revisado por la Comisión de Deontología del COMB, afirma que el debate sobre la despenalización de la eutanasia en España "no es un debate esencialmente médico, sino social y político".



"Corresponde, por tanto, a los ciudadanos y a sus representantes democráticos decidir sobre esta cuestión y hacerlo con el máximo consenso", sostiene el documento, que reconoce que "la profesión médica tiene mucho que aportar en una eventual regulación, sobre todo a la hora de aclarar conceptos y de velar por los intereses y la dignidad de los pacientes, por la calidad de las actuaciones y por la seguridad jurídica los profesionales".

GARANTIZAR UNA MUERTE DIGNA

Por otro lado, el presidente de la Comisión de Deontología del COMB, Josep Terés, ha matizado que "lejos de oponernos a la regulación de la eutanasia, queremos dejar claro que este supuesto afecta a un número relativamente bajo de casos y que la prioridad debe ser garantizar una muerte digna y en paz a todo el mundo, de acuerdo con lo que ha dado y da sentido a la vida de cada uno".



El documento del COMB enumera y desarrolla las principales claves para garantizar una asistencia de calidad a los pacientes en situación de final de vida, empezando por identificar de forma precoz a los enfermos con necesidades de atención paliativa para que el médico pueda conocer de primera mano sus valores, sus miedos y angustias y su voluntad. Asimismo, han incluido definiciones y reflexiones en torno a conceptos como esfuerzo terapéutico, sedación paliativa o terminal, eutanasia y suicidio asistido. 



"Este conocimiento debe permitir a los profesionales valorar las necesidades del enfermo (físicas, funcionales, psicológicas, espirituales, etc.) e iniciar la planificación de decisiones anticipadas con la participación activa del paciente y de su entorno próximo", zanja el documento.