Mey Hofmann le daba muchísimo valor al producto hasta tal punto que lo convirtió en su filosofía. Su ingrediente favorito era el aceite de oliva y su producto, la sardina, un pescado que durante tiempo estuvo infravalorado y que ella se encargó de darle la importancia que merecía a través, por ejemplo, de su famosa tarta de sardina que popularizó en el restaurante Hofmann (con una estrella Michelin desde 2004). Un plato impecable con la sardina como único protagonista.
Y este mismo ingrediente inspiró la lata de sardinas de chocolate y gianduja que se puede encontrar en la pastelería y, ahora, el pastel de chocolate marinero de Arroz Hofmann, el último local de la familia Hofmann. A base de crujiente de praliné, galleta, mousse de chocolate y ganache de chocolate con tofe templado servido al momento, este pastel marinero ya está disponible en el local de paseo San Juan, el tributo que Silvia Hofmann, la hija de la fundadora fallecida en 2016, le hace a su madre. “Mey era una enamorada del arroz, y éste es uno de sus legados”, apunta.
Pues a disfrutarlo y a recordar la figura de una pionera en la ciudad, una restauradora que llegó de Alemania para ganarse el respeto de todos los colegas por su profesionalismo y saber hacer. “La aristócrata de la alta cocina”, la llamaba Juan Mari Arzak.