Menos –a veces– es más. El Festival Grec de teatro ha puesto este miércoles fin a su temporada con un total de 114.281 de espectadores y con 84 espectáculos, 18 menos que en 2017. Lo que podía parecer un fracaso ha resultado, al final, un éxito. Según el director del Grec, Cesc Casadesús, el balance es positivo porque han logrado aumentar la presencia de público joven y, en especial, la de público local, que pasa del 76 % de 2017 al 82 %.
Las cifras son positivas, aunque no dan para récord. A pesar de que los jóvenes han asistido más al festival –gracias a los precios asequibles para este sector– la edad media de los espectadores solo ha descendido de los 43 años a los 42.
Por otro lado, la organización ha destacado la buena respuesta del público ante algunas de sus apuestas más arriesgadas, como es el caso de Falsestuff de Nao Albert y Marcel Borràs en el TNC, con un 95,3 % de asistencia, o Una gossa en un descampat, de la autora residente en la Sala Beckett, Clàudia Cedó, con un 84,1 %.
ALTA OCUPACIÓN EN MONTJUÏC
Otra de las cifras destacadas es la relación entre nuevos espectadores y público que repite, que se sitúa en un 78 y un 22 %, respectivamente, así como el porcentaje de ocupación de los espacios de Montjuïc, como lo hizo el dramaturgo belga, Jan Fabre, que ha rozado el 90 %.
Al respecto Casadesús ha recalcado que están "muy contentos y orgullosos" del rumbo "que está tomando el Grec": así pues, con la reducción de espectáculos buscan "más claridad y coherencia dentro de la programación" y que contribuya "a dar una mayor sensación de estar en un festival".
PROYECTOS COMUNITARIOS
Como novedad este año, el festival ha incorporado espectáculos con una línea de trabajo de la mano de proyectos comunitarios en los que se combinaban propuestas hechas en Barcelona con algunas producciones internacionales y con la escuela de verano del festival ICAF de Rotterdam.
"Cuando vemos los índices de asistencia, observamos qué propuestas interesan, así detectamos lo que gusta y los públicos nuevos a los que queremos llegar", ha añadido el director, que pretende "combinar buenos resultados con una propuesta escénica de calidad, y aquí en Barcelona tenemos un gran tejido productivo".
"El crecimiento del público local implica que éste es un festival que gusta a la gente de aquí", ha considerado Casadesús, "y nosotros no queremos parecernos a otros festivales de teatro como Avinyó o Edimburgo, sino que queremos hacer un festival para Barcelona". Así de claro, así de simple. Por y para Barcelona: el Grec.