Todo empezó cuando Nela García se encontró un móvil por la calle, concretamente cerca de la plaza Legazpi, en Madrid. Lo primero que le llamó la atención fue que no encontró ningún patrón de desbloqueo, así que intentó acceder al WhatsApp para localizar al propietario. Pero no había Whatsapp, solo Facebook y Instagram.

 

Nela continuó con la búsqueda hasta que descubrió que la chica que en principio parecía ser la propietaria hace ocho años que esta muerta. A partir de ahí, la tuitera fue descubriendo que tanto las redes como los teléfonos que aparecían en el buzón formaban parte de una especie de juego. Un misterio que, con la ayuda de Twitter, esta intentando resolver.

En la redacción estamos flipando con este hilo y queremos saber cómo va a acabar. De momento Nela va por buen camino (según le indican los inquietantes mensajes que le llegan al telefono), así que esperemos que pronto de con la clave para descifrar este enigma.