La Hiperplasia Prostática Benigna (HPB) consiste básicamente en el agrandamiento de la próstata. A medida que los hombres envejecen, la glándula prostática aumenta de tamaño lo que puede llevar a que ejerza presión sobre la vejiga y uretra, causando problemas con la micción.

Con diferencia, la principal patología por frecuencia de esta glándula es el agrandamiento o hiperplasia benigna de próstata (HPB). Afecta en mayor o menor medida a la mitad de los hombres a partir de 50 años, porcentaje que aumenta a 8 de cada 10 en mayores de 80.

Dada su posición bajo la vejiga y rodeando el conducto urinario (uretra), cuando la próstata crece más de la cuenta (hiperplasia) produce una obstrucción que altera, dificulta o impide orinar con normalidad.

Los síntomas más habituales son:

-Ganas de orinar urgentes y frecuentes que en muchos casos obligan a despertarse por la noche e interrumpen el sueño.

-Problemas para comenzar a orinar o hacer sólo unas gotas.

-Un flujo de orina débil, lento o que termina y empieza varias veces.

-Ganas de orinar, aunque se haya hecho recientemente.

-Pequeñas cantidades de sangre en la orina.

Los casos más leves de hiperplasia benigna de próstata pueden tratarse con cambios en el estilo de vida o medicamentos, que reducirán los síntomas. En los casos más avanzados, tradicionalmente la solución pasaba por la cirugía, pero los avances médicos más recientes posibilitan intervenciones mínimamente invasivas igualmente eficaces y, lo que es muy relevante en esta patología, reduciendo el riesgo de sufrir efectos secundarios adversos como la disfunción eréctil: la temida 'impotencia', incontinencia urinaria y eyaculación retrógrada.

HOSPITAL QUIRÓNSALUD

Según explica el doctor Enrique Rijo, responsable de la unidad de próstata del servicio de urología del Hospital Quirónsalud Barcelona, uno de los últimos avances en técnicas mínimamente invasivas para tratar la HBP es la hidroablación prostática robótica con agua guiada por ecografía, también conocida como aquablation. Consiste en la destrucción del tejido prostático mediante un chorro de suero fisiológico a temperatura ambiente y a gran velocidad, sin necesidad de incisiones (se hace a través de la uretra) y totalmente robotizada.

Un síntoma habitual son las ganas de orinar urgentes / QS



“El cirujano planifica previamente la operación mediante un ecógrafo transrectal. Así se puede medir el tamaño de la próstata y establecer cuáles son los límites de las estructuras anatómicas importantes que se han de preservar. Una vez decidida cuál es la zona de ablación que se va a realizar, es un robot el que la lleva a cabo de forma automática, lo que evita el error humano”, explica el Dr. Rijo. Uno o dos días después de la intervención, el paciente es dado de alta sin necesidad de sonda.

No menos importante, añade el especialista de Quirónsalud Barcelona, es que la técnica aquablation evita por completo el riesgo de provocar disfunción eréctil: “Al no utilizar ningún tipo de fuente de calor, es posible preservar mucho más la cápsula prostática. Otras técnicas la pueden acabar dañando, provocando de forma ocasional una disfunción eréctil. Este riesgo con la hidroablación no existe”.

CONSERVAR LA EYACULACIÓN

Como hemos visto antes, la próstata es fundamental en el proceso de eyaculación; su tratamiento por métodos convencionales provoca hasta en un 80 % de los casos lo que se conoce como eyaculación retrógrada o seca. Es decir, hay erección y orgasmo, pero no sale nada.

“En los pacientes tratados con la hidroablación, hasta el 90 % preserva de forma completa la eyaculación. Al ser posible marcar de forma muy precisa los límites donde intervenimos, se conservan de forma completa los conductos eyaculadores. Es posible así preservar el tejido cercano al llamado veru montanum, este tejido preservado se contrae e impide el flujo de semen de forma retrógrada hacia la vejiga, facilitando la expulsión del semen a través de la uretra”.

Menor tiempo de intervención (no llega a una hora en total), postoperatorio más rápido y con menos complicaciones, y estar indicada para todos los casos de HBP (los de mayor tamaño requerían antes cirugía abierta), son otras de las ventajas de una novedosa técnica que ahuyenta muchos de los problemas y temores que rodean a la relación del hombre con su próstata.

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