La Compañía Nacional de Danza (CND) ha llegado al Gran Teatre del Liceu para presentar una de sus piezas estrella: el ballet Don Quijote. De la mano del director artístico José Carlos Martínez, los bailarines se han mostrado entusiasmados con la interpretación de la coreografía que mezcla la danza clásica, con la tradición española del bolero, el fandango y la seguiriya entre otros estilos. Así, del 14 al 17 de septiembre, la danza se apoderará de uno de los teatros de referencia.
Tal como ha indicado Martínez, en el ballet, que cuenta con tres elencos muy diferentes, "cada bailarín narra su propia historia". De este modo, cada función será especial y cada espectáculo se convertirá en "una ocasión única". En este sentido, Martínez, que comienza su octava temporada en el cargo, ha resaltado que la coreografía original de este ballet "se transmitía en aquella época de forma oral", pero gracias a litografías y escritos el director espera "mantener el espíritu clásico de Don Quijote".
LOS VESTIGIOS DE MARIUS PETIPA
"Lo principal es que Marius Petipa, el autor del ballet, en sus viajes por España vio el folclore de nuestro país e intentó plasmarlo en la obra, y trabajó con bailarines rusos", ha contado Martínez sobre el precursor del grand ballet ruso. "Parece pretencioso, pero he intentado hacer el Don Quijote que Petipa hubiese soñado hacer", ha añadido.
Entre los bailarines presentes en Barcelona se encuentran Cristina Casa –como Quiteria– y Ángel García –como Basilio– un reto al que ambos se enfrentan con ilusión y que les parece "un sueño", como ha indicado García, de 20 años, que ha desvelado que desde pequeño quiso interpretar el personaje de Basilio.
JUVENTUD, DIVINO TESORO
La juventud es una de las características del elenco que actuará en Barcelona: "Como proyecto a largo plazo queremos dejar lugar a los jóvenes a la vez que a los veteranos. Esta alternancia dentro de mi ballet hace que viva y que yo también esté motivado para trabajar con ellos", ha detallado Martínez.
Asimismo, el director pidió la colaboración de Mayte Chico, una de las solistas de la compañía de flamenco Antonio Gades, "para que viniese a trabajar con los bailarines y les enseñara cómo usar el mantón, cómo tener el braceo exacto o cómo colocar el cuerpo para bailar como en las diferentes regiones de España".
Al final, Martínez ha subrayado su objetivo: "Hacer un Quijote muy dinámico y tratar de pasarlo de manera cinematográfica con varias acciones a la vez con algunas variaciones en los tiempos y en los personajes". "La idea es que el público que ve habitualmente danza clásica reconozca ese Don Quijote, pero que a la vez tenga pequeños momentos dentro del espectáculo en los que nos permita hacerlo viajar de una forma diferente", ha zanjado el director de la prestigiosa compañía de danza.