El caso de Jón Gnarr tiene gracia. De comediante punki pasó a ser el alcalde de Reikiavik entre 2010 y 2014. Y ahora –fuera de la política– protagoniza la serie Borgarstjorinn (The Mayor) que cuenta las peripecias de un alcalde ficticio corrupto y misógino. Entre broma y broma, se ha plantado este fin de semana en el Serielizados Fest (CCCB) para contar la historia de su vida y su (breve) carrera política.

“Me han ofrecido ser alcalde de Barcelona y he dicho que sí”, ha desvelado el islandés ante el público después de la proyección del primer episodio de su serie. Risas. “Para empezar independizaré Catalunya y otras regiones de España, y legalizaré las drogas”, ha ironizado.

SU EXPERIENCIA CON THE BEST PARTY

Algo está claro: a Gnarr no le falta experiencia. En 2009 fundó con otros colegas en Reikiavik la formación política The Best Party (El mejor partido). Sin tomárselo nada en serio. A la gente le gustó tanto la idea y su programa electoral –con promesas tan disparatadas como conseguir que el zoo de la ciudad tuviera un oso polar o construir cerca del aeropuerto un parque de atracciones de Disney– que acabó ganando las elecciones. “Mi campaña electoral fue un sinsentido”, ha lamentado a carcajadas.

“Los otros partidos no se imaginaban que pudiera pasar esto y creían que abandonaría”, ha comentado en una conversación con el periodista Oriol de Balanzó. Contrariamente, Gnarr siguió adelante y, además, puso condiciones. Solo formaría coalición con el partido Alianza Socialdemócrata si todos sus miembros veían la serie The Wire. No les quedó más remedio. Más adelante, su sórdida aparición en fiestas como la del Orgullo Gay vestido de drag queen y como las Pussy Riot lo situaron en el mapa internacional.

El caso de Gnarr se volvió paradigmático. “Intenté ser humilde y tomármelo como un servicio a los ciudadanos”, ha contado sobre su etapa como alcalde. “Algunos me decían que no me iban a votar más. Yo les contestaba: 'tranquilos, no tendréis oportunidad'”. Y así fue: no se presentó para ser reelegido y su partido perdió las segundas elecciones a las que se presentaron. Ahora Gnarr explota su faceta de guionista, pero quién sabe cuándo podría producirse un giro de los acontecimientos.

UNA BURLA A LA CANDIDATURA DE VALLS

Esta “noticia” sobre su intención de impulsar una carrera política en Barcelona llega también a través de tuit en el que dice: "Es para mí un honor anunciar que tengo la intención de concurrir a las elecciones para ser alcalde de Barcelona en 2019 en nombre del Partido del Bacalao. ¡Por favor voten por mí y obtendrán un bolígrafo gratis!".

La foto que acompaña el tuit es, de hecho, un burla a la candidatura de Manuel Valls. El atril utilizado por el cómico en la foto dice Gnarr Barcelona 2019 emulando así el que empleó el exministro francés que decía Valls BCN 2019. No está claro si el comediante se presentará de veras o si todo quedará en una pequeña broma. Pero que nadie si extrañe si acaba ocurriendo. No sería la primera vez.