El FCBarcelona ha cambiado de táctica en el mercado. El club que preside Josep Maria Bartomeu ingresó más de 130 millones de euros, el pasado verano, por futbolistas que no eran imprescindibles para Ernesto Valverde. Todavía tiene problemas para traspasar a algunos jugadores, pero los 50 millones ingresados por Paulinho y los 32 por Yerry Mina constatan un cambio de tendencia que podría tener continuidad en 2019. El Tottenham de Pochettino, según algunas fuentes, ya ofrece 50 millones de euros por Malcom, por quien el Barça abonó 41 millones de euros el pasado julio.

Bartomeu y su junta directiva quieren facturar 1.000 millones de euros por temporada antes de acabar su mandato, en 2021. Para conseguirlo necesitan que aumenten los ingresos por patrocinio y se mantengan, o incrementen, las ventas del pasado verano. Un año después de pagar 40 millones por Paulinho, el Barça vendió al futbolista por 50. Mejor negocio hizo con Yerry Mina, fichado a principios de 2018 por 12 millones de euros y vendido medio año después por 32.

WILLIAN, SUEÑO IMPOSIBLE

La salida de Paulinho ha debilitado, deportivamente, al equipo. La de Mina, no, puesto que el central colombiano apenas entró en los planes de Valverde. Tampoco pidió el técnico a Malcom (costó 41 millones), y el club no descarta su venta por 50 millones a corto o medio plazo. En verano, la prioridad de Valverde era Willian, el centrocampista del Chelsea, pero el Barça no quiso abonar los 70 millones de euros que pedía el club inglés.

El Barça también espera ingresar unos 23 millones de euros adicionales por Paco Alcácer, cedido el pasado verano al Borussia Dortmund y con una opción de compra por dicho importante. El club alemán podría ejecutarla por el buen rendimiento del futbolista valenciano.

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