Lugar: Teatre Tantarantana
Duración: Del 31 de octubre al 11 de noviembre
Precio: Entre 11 y 12 euros
Varios insultos, mucho matiz y una tilde. En pocas palabras, así empieza Masticar Hielo, la pieza teatral de la compañía EL EJE que se vuelve a alojar en el Teatro Tantarantana hasta el próximo 11 de noviembre, tras su éxito en junio. Se trata de una versión descarnada y libre –muy libre, libre del todo– de la obra ¿Quién teme a Virginia Woolf?, de Edward Albee, en este caso interpretada por Eric Balbàs, Maria Hernández, Mar Pawlowsky y Jordi Samper, bajo la dirección de Marc Ribera.
Al grano. En un salón que parece una galería de arte, dos parejas se citan para tomar una copa de compromiso. Una copa, luego otra copa, otra y otra. Hasta que el alcohol alborota la granja. Los personajes –borrachos como cubas– rozan el límite la moralidad, el desquicio, la perturbación. La copa de compromiso acaba convirtiéndose en un circo emocional, lleno de acrobacias.
El respeto brilla por su ausencia y las verdades se entrecruzan con las mentiras, de tal forma que uno acaba volviéndose loco. ¿Dónde están los límites? Masticar Hielo demuestra que no los hay. “No todo es mentira en esta casa”. Silencio. “La mediocridad de Jorge no lo es”. Zas.
En la pieza, cada escena es más surrealista que la otra. Y el arte –con su respectiva excentricidad– siempre se mantiene como telón de fondo. De repente, una pistola, luego gritos estridentes a más no poder que se clavan en el tímpano.
Idas y venidas. Desengaños, odio, desequilibrio. Una felación. En ese momento, cuando el público ve el culo, entiende la imagen promocional del cartel que provocó un censura de Facebook: un culo fue el motivo para que les cerraran su página de la red social, que ahora ya se encuentra abierta de nuevo.
Un culo, una felación y una eyaculación. De repente, un baile con Disclosure de fondo. El público no puede parar de reír. Eso es lo que produce la histeria: risa agónica. Ja, ja, ja. En medio de la obra, una frase resume el título. “Tienes la puta manía de masticar hielo como los perros”. Masticar hielo, el culmen de la locura, que concluye con una desconcertante escena. ¿Qué es verdad? ¿Qué es mentira? Quién sabe. Qué más da.