Son casi las 8 de la tarde, hora de cerrar, pero en el Centre d'Atenció Primària (CAP) Sanllehy la escena es surrealista: hay más trabajadores en el mostrador que pacientes. De hecho es un 4x1: cuatro administrativos (personal de admisiones) frente a una señora que pregunta a uno de ellos por si mañana puede venir. Otro de los celadores atiende el teléfono; una llamada de algún despistado, al que recuerda que sí, que la huelga está programada hasta el viernes...

Las salas de espera del interior están literalmente vacías, mientras la señora de la limpieza empieza a hacer su faena. Tras avanzar que no venimos como usuario, preguntamos por algún responsable y nos dicen que esperemos un rato, que la adjunta a la dirección es además enfermera y está dentro, atendiendo al único paciente. Al cabo, aparece Maria Bonich y nos cuenta esta crónica que sigue, la de un día especial en su CAP.

“No ha habido nada excepcional más allá de lo esperado. Hemos funcionado con servicios mínimos, aunque se han atendido 65 urgencias y los domicilios previstos”, cuenta Maria. “El seguimiento de la huelga ha sido básicamente entre los médicos. Sólo dos no la han secundado, lo que supone casi un cien por cien de la plantilla”.

Una única visitante en el CAP Sanllehy, a última hora de la tarde / MIKI



Un noventaytantos por ciento de médicos en huelga parecen muchos, pero, paradójicamente, resulta que todos ellos han acudido a su puesto de trabajo...

“No ha sido una huelga invisible, al contrario. Todos los que la han seguido han acudido al centro para informar a sus pacientes de porqué lo hacían. Se han puesto en la entrada y les han explicado que hoy no atendían, alegando sus motivos”, refiere Bonich.

-Y la gente, ¿cómo se lo ha tomado?

-La verdad es que, en general, ha sido muy comprensiva. Yo lo resumiría en un 'si hay que hacerlo para que la Sanidad mejore, lo entendemos'. Lo que me intriga es cómo se lo tomarán el jueves...

A Bonich también le preocupa el hecho de que la semana que viene habrá puente, y que en un plisplás estaremos en fechas navideñas. Así que... “Se acumulará el trabajo, porque se perderán muchas fechas”, arguye. “Va a haber pocas jornadas para recolocar tantas citas para la gente, al menos hasta que acabe el año”.

MUCHOS ENFERMEROS

El seguimiento de la huelga ha sido mucho menos notable entre el cuerpo de enfermería del CAP Sanllehy. “Aproximadamente, un 20%”, recuenta Bonich, a quien preguntamos el porqué de esa diferencia en contraste con la alta cifra entre los galenos.

“En mi opinión, en los últimos días se han mezclado diferentes llamadas, y al final no estaba muy claro si la huelga era de todo el personal o de si era básicamente del sindicato de médicos. Al final, muchos enfermeros y, sobre todo el personal administrativo, ha preferido venir a trabajar”, explica Bonich, especificando que hasta se han hecho los análisis de sangre, que empiezan a las 8 de la mañana. “No creo que mañana -por el martes- vaya a haber mucha diferencia entre lo que ha acontecido hoy”.

Una de las pancartas reivindicativas colgadas en el CAP Sanllehy / MIKI



Ciertamente, en lo que toca al cuerpo administrativo -como decíamos al principio-, en este CAP del distrito de Gràcia, fronterizo con el barrio de Can Baró (distrito de Horta-Guinardó) no parece haber sido más que otro lunes de trabajo. De entre ellos, prácticamente todos han acudido a su cotidiano lugar de laboral. 

"PRIMERA TRINCHERA"

Insiste Mara Bonich en que ha sido una jornada especial, aunque sin mayores problemas. La mayoría de la gente ya sabía que empezaba la huelga y ha telefoneado por la mañana para confirmar si su médico iba a estar en la consulta. Otros han preferido personarse, sabedores por descontado de que probablemente no iban a ser atendidos.

“La gente lo ha asumido sin enfadarse, salvo alguna excepción. No era una sorpresa, porque ya les habíamos ido informando previamente, de palabra o a través de los muchos paneles que habíamos ido colocando en todo el centro”, añade Bonich. “No ha sido una huelga de ausentes, como digo, porque los médicos han venido para exponer sus razones. Y, eso, la gente lo agradece”.

“Los CAP somos la primera trinchera de la Sanidad, y a veces a algunos se les olvida", se suelta Bonich. "Lo primero con lo que cuenta el ciudadano es con su médico de familia, lo más cerca posible de su casa. Aquí se atiende todo lo primordial, hay una visión global y cercana del paciente, que está controlado antes de que pueda ser derivado a un hospital”.

Bonich es optimista sobre la resolución de la huelga: “Es que no hay otra. Las reivindicaciones básicas son de cajón. No se pueden atender tantos pacientes y en tan poco tiempo como ocurre ahora. No podemos seguir así, es inviable. Habrá que poner más recursos si quieren que los barceloneses puedan ser atendidos como corresponde y merecen”.

Los pacientes estaban avisados hace días / MIKI



Una anécdota, para acabar: la pancarta que cuelga en la entrada del CAP Sanllehy (reza así: 'Atenció Primària Digna i Respectada–CAP Sanllehy En Lluita') la han sufragado los trabajadores del centro de su propio bolsillo. No hace falta decir nada más...

(Nota: a la hora de cerrar esta crónica, Metges de Catalunya cifra en un 77,3% el seguimiento de la huelga en los centros de atención primaria (CAP) del Institut Català de la Salut. En cuanto a la sanidad concertada, habla de un 73% el seguimiento de los paros. El sindicato califica de "éxito absoluto" la movilización de este primer día de huelga. Por su parte, la Conselleria de Treball de la Generalitat cifra en más del 45% el seguimiento este lunes).

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