“Un incumplimiento muy grave de sus obligaciones”. Este ha sido el principal motivo por el que el director artístico del teatro Apolo, Ricard Reguant, no repetirá en el cargo, según han alegado los responsables. Este miércoles le han hecho llegar un burofax: está despedido. No obstante, que no cunda el pánico, la actividad del teatro seguirá con normalidad, incluyendo la programación especial de Navidad.

Para la empresa que explota el teatro, Ethika Global Real Estate S.L., la valoración de esta temporada no es positiva. Reguant "ha realizado de manera muy deficiente sus tareas, con bajo rendimiento y resultados de taquilla y crítica claramente negativos, muy por debajo de lo esperado". De hecho, ya admitió el pasado mes de septiembre que la temporada anterior había sido "nefasta", "con un déficit de casi medio millón de euros".

NINGUNA DE LAS OBRAS FUNCIONÓ

El hasta ahora director artístico del teatro achacó estos malos resultados al descenso de público general en los teatros catalanes durante la pasada temporada y se mostró convencido de que la situación revertiría gracias a los montajes programados este año, como Sherlock Holmes y el Destripador.

Sin embargo, este espectáculo "también ha sido un fracaso de público y crítica", según la empresa explotadora del teatro, "como todos los que Reguant ha firmado como autor" durante su etapa de director del teatro.

Así, en diciembre se anunciará el nombre de la persona que sustituirá a Reguant y que tendrá la responsabilidad de programar en este histórico teatro del Paral·lel de Barcelona durante la nueva etapa: "Estamos seguros que permitirá alcanzar los niveles de calidad y éxito artístico y económico que nos exigimos", han zanjado esperanzados.

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