Si el arte te parece una lata, espera a ver esto. La historia empezó hace cuatro años cuando una pareja del Raval decidió reciclar las latas que encontraba en las calles. De refrescos, de comida. Lo hicieron de un modo peculiar: pintándolas y dándoles una nueva vida. Saltándose la ley, se pusieron a enlatar las paredes con frases llenas de motivación, letras de canciones y poesía. Seguro que te suenan. Sus obras se hicieron hueco en cientos de cuentas de Instagram.
Las creaciones de esta pareja –que se mantiene en el anonimato, rollo Bansky– triunfaron de tal forma que empezaron a expandirse por la ciudad. El Gòtic, el Born, Gràcia. Ahora también en otras ciudades como Girona, París o Londres. Si en Madrid puedes encontrarte los mensajes existencialistas de Neorrabioso en los contenedores y los vómitos poéticos en los pasos de peatones, en Barcelona los tenemos a ellos: a ME LATA. Así se llaman.
ARTE ENLATADO EN UNA GALERÍA
Vayamos más allá. La galería ArteVistas expone hasta el 6 de enero Como decirte otra vez que te quiero, la primera muestra de esta pareja sentimental y artística. En ella no solo hay frases que te sacan una sonrisa facilona tipo “solo el amor puede salvar el mundo”, sino también instalaciones. Una de ellas es la de un carrito de la compra colmado de latas pintadas de rosa con un crudo mensaje (en este caso, en inglés): “Nada de lo que compres te dará la felicidad”.
La felicidad no se puede comprar, pero estas obras sí. Y tienen precio: van desde los 50 a los 900 euros. Por lo que se ve, se venden como churros, dejando agujeros tras de sí que se reemplazan con agilidad. El arte no tiene límites, oye. Y aquí hay para todos los gustos. Desde un hipotético skyline de Barcelona hasta empalagosas declaraciones de amor: “You are my angel”. Suenan risas enlatadas, que diría The New Raemon.
Paralelamente al éxito logrado entre las cuatro paredes, su arte sigue proliferando en las calles. Se palpan frases de subidón como “Gracias corazón por cada latido” y resuena la canción principal de Érase una vez la vida. Eso sí, hay una gran declaración de amor que quedará grabada en las retinas y en la memoria de muchos barceloneses. “Qué jodidamente increíble es quererte”.