Hay que cambiar el punto de vista, y como dice Ronald D. Davis en su libro El Don de la Dislexia, “¡Ser diferente no es un defecto, es una genialidad!”

La dislexia es un trastorno de origen neurobiológico que afecta del 5 al 10 % de la población. ¡Pensadlo! Es un porcentaje bastante significativo y si no se diagnostica de forma temprana, puede causar muchos problemas, no solamente de aprendizaje sino también emocionales.

SEÑALES DE ALERTA

Los niños que presentan esta dificultad leen lento, letra por letra, cometiendo errores y sin comprenden el significado de las frases y los textos que tienen entre manos. Les cuesta mucho identificar las letras, reconocer las palabras y memorizarlas como un conjunto, incluso las de uso más frecuente, presentando también dificultad a la hora de escribir. También les cuesta aprender series (días de la semana, meses del año, tablas de multiplicar), orientarse en el espacio (confunden derecha e izquierda)  y aprender lenguas extranjeras. ¿Os hacéis ya una idea?

Como afirma Laura Almà, psicóloga de Clínica Memociono, “Estas dificultades entorpecen los procesos de aprendizaje y el desarrollo escolar, por eso es tan importante detectarlas, proporcionar recursos y responder a sus necesidades. El diagnóstico tardío es un problema para todos: niños, familia y escuela, acentuando el desarrollo de una sintomatología ansiosa, además de problemas de baja autoestima y sentimientos de inferioridad”.

CADA NIÑO ES UN MUNDO

No debemos olvidar que cada niño es un mundo y que, por tanto, la dislexia se manifiesta en ellos de una forma particular. Pero después de todo, hemos de ser optimistas. Como apunta Laura Almà, “la dislexia debe tratarse y supone tiempo y esfuerzo, tanto para el niño como para la familia y la escuela. Pero su pronóstico es bueno, sobre todo cuando el diagnóstico y el tratamiento se realizan de forma precoz”.

En Clínica Memociono ayudan a estos niños a focalizarse en sus fortalezas y minimizar sus debilidades, potenciando su capacidad creativa y animándolos a pensar en grande.