El Barcelona Supercomputing Center cuenta desde el pasado mes de febrero con un superordenador que permite realizar 133 billones de operaciones por segundo y una capacidad de almacenaje de prácticamente 10 millones de gigabytes.
La máquina, que se encuentra en la capilla de Torre Girona, es capaz de almacenar datos biomédicos que facilitarán la simulación de fármacos o el análisis de tumores y la secuenciación del genoma gracias a su inteligencia artificial.
ELEVADO ALMACENAMIENTO
La elevada capacidad de almacenamiento de la que dispone el StarLife, le permite operar con los diferentes datos que describen la biología de las células.
El superordenador es fácilmente reconfigurable lo que le permite una gran facilidad de adaptación para las diferentes tareas relacionadas con la biomedicina.
OBJETIVO: PRÁCTICA CLÍNICA
Gemma Ribó, jefa de comunicación del Barcelona Supercomputing Center, ha explicado a Metrópoli Abierta que el StarLife es de gran eficacia para la realización de “simulaciones y análisis de grandes cantidades de datos”. Además, ha afirmado que el objetivo a cierto plazo es “ir hacia un modelo de medicina personalizada", trasladando el trabajo del superordenador “a la práctica clínica”.
La supercomputadora, ha argumentado Ribó, “facilitará la aceleración de la investigación biomédica que actualmente está muy viva y necesita de más recursos”.
COFINANCIADO Y GLOBALMENTE FUNCIONAL
El coste total de la máquina ha sido de 1,72 millones de euros. Del precio total, un 43% ha sido aportado por la Generalitat, un 22% por la Fundación 'la Caixa' y un 35% ha resultado la suma de la aportación de los centros científicos BSC, CRG e IRB Barcelona.
La nueva infraestructura será funcional a nivel global. Como afirma Luis Serrano, director del Centro de Regulación Genómica, la máquina “prestará servicio a investigadores de todo el mundo a través del Archivo Europea de Genomas y Fenomas EGA, el principal centro mundial de custodia y distribución de datos genómicos y médicos sobre enfermedades humanas”.
JUNTO AL MARE NOSTRUM 4
El StarLife comparte emplazamiento con el MareNostrum 4, otro gran superordenador que, además de ayudar a crear conocimiento, reduce gastos en el proceso de investigación gracias a su capacidad de simulación numérica y el análisis de Big Data.