Ada Colau siempre se ha desmarcado de Barcelona como gran referente mundial en sectores tan diversos como el tecnológico, el gastronónico y el cultural. Su hostilidad hacia el Macba retrata perfectamente el desprecio de los comunes hacia la cultura contemporánea. El deporte tampoco es una excepción. A la alcaldesa no le interesan los grandes eventos deportivos y, recientemente, ha confirmado que el Ayuntamiento ya no subvencionará el Circuit de Barcelona-Catalunya, cuyo impacto económico supera los 300 millones de euros.
En víspera de las elecciones municipales, Colau ha anunciado que renovará, hasta 2020, el patrocinio del Ayuntamiento al Godó, histórico torneo de tenis que ahora se denomina Barcelona Open Banc Sabadell por cuestiones meramente económicas. El consistorio barcelonés aporta unos 800.000 euros de los 10 millones presupuestados en 2019.
APORTA 1,5 MILLONES DE EUROS ANUALES
En el pasado, Colau despreció el torneo de tenis con algún desplante sonado. En los últimos meses ha optado por una postura más neutra y conciliadro, temerosa de la consecuencias que podría comportar un enfrentamiento con la empresa propietria de La Vanguardia y RAC-1.
Colau, en cambio, cree que obtendrá réditos electorales tras romper relaciones con el mundo del motor. El Ayuntamiento aportará 1,5 millones de euros al Circuit de Barcelona-Catalunya, que año tras año acoge el Gran Premio de España de Fórmula 1 y el Gran Premio de Cataluña de Motociclismo. El actual acuerdo del circuito de Montmeló con la Fórmula 1 vence este año y Colau ni tan siquiera está por la labor de echar una mano.
La alcaldesa de Barcelona, por otra parte, tampoco se ha prodigado en sus asistencias al Camp Nou. Su antecesor en el cargo, Xavier Trias, nunca ocultó su pasión por el fútbol y el Barça.