En un contexto en el que los diferentes mercados alternativos están irrumpiendo en Barcelona con un cada vez mayor protagonismo, los mercados gastronómicos continúan posicionados como uno de los puntos de encuentro preferidos por los más foodies de la capital catalana.
Por eso a continuación se detalla una selección con los mejores espacios gastronómicos de la ciudad, en los que la calidad y la variedad son sus principales señas de identidad.
MERCADO DE SANTA CATERINA
Si hay un mercado que llama la atención en el centro de Barcelona es el de Santa Caterina. Recientemente renovado, el diseño de todo el espacio y las formas del mismo llaman especialmente la atención de los visitantes.
Está especializado en pescado y en marisco, aunque se puede encontrar una amplia variedad de productos en su interior. Destaca la presencia de las diferentes terrazas y bares que lo rodean, formando un ambiente muy agradable.
MERCADO DE SANT ANTONI
El mercado de Sant Antoni ha sido uno de los últimos en renovar completamente su imagen. Se encuentra ubicado en carrer de Compte d’Urgell, 1. El paso de los años lo ha convertido en el espacio preferido por los habitantes del barrio para hacer en él la compra diaria.
Además de por la calidad de su gastronomía, los domingos por la mañana su interior celebra un mercadillo de libros, muebles y otros objetos de segunda mano, transformando por completo su aspecto habitual.
MERCADO DE LESSEPS
Sin duda, el mercado de la Plaza Lesseps es el mejor lugar para disfrutar y conocer la vida de barrio tradicional. Está situado en el carrer Verdi, 200.
Seguramente no sea el más conocido del barrio de Gràcia, puesto que el mercado de La Libertad suele centrar toda la atención, pero es uno de los lugares en los que se puede encontrar una mayor variedad y calidad.
MERCADO DE LA SAGRADA FAMILIA
Pese a estar situado en una de las zonas turísticas con más movimiento de toda la ciudad de Barcelona, una de las particularidades del mercado de la Sagrada Familia es que es frecuentado únicamente por los vecinos del barrio, con la tranquilidad que ello supone.
Está en carrer Padilla, 255 y es conocido por la calidad de los productos frescos que alberga en su interior.