No se podrá ver ni el homenaje a El Víbora ni la exposición del pintor Antoni Fabrés. Este jueves, el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) cerrará sus puertas durante toda la jornada por la visita del Rey Felipe VI. Así lo ha solicitado la Delegación del Gobierno “efectuando el análisis de riesgos por los cuerpos policiales”. Según la nota de la administración, se trata de un "requerimiento policial que se hace pura y exclusivamente por motivos de seguridad". Tal como detalló este medio, el monarca viajará hasta Barcelona con motivo de la Noche de la Logística dentro del Salón SIL.

El MNAC tenía previsto recibir a 3.000 visitantes durante este jueves: entre ellos se encontraban 11 grupos distintos, a los que han tenido que suspender y aplazar sus reservas. El espacio cultural ha anunciado el cierre tanto en su página web como en las redes sociales. No se trata de un caso aislado. El equipamiento público, encabezado por Pepe Serra, reivindica desde hace años las trabas en la accesibilidad. Su situación geográfica –al final de la avenida Maria Cristina– entorpece la llegada de los visitantes cada vez que se celebra un gran evento, efeméride o feria porque se corta la calle.

 

Entre los representantes que que acudirán a la cena se encuentran la ministra de Justicia, Dolores Delgado, la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, el secretario de Infraestructuras de la Generalitat, Isidre Gavín, la delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera, y el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán.

OTROS CASOS SONADOS

Una de las últimas escenas se produjo en febrero, en el marco de la inauguración del Mobile World Congress (MWC). En esa ocasión, a la cena asistieron tanto el Rey como empresarios del sector y distintas personalidades políticas como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el presidente de la Generalitat, Quim Torra, quienes optaron por evitar la recepción protocolaria. Antes del acto un centenar de miembros de los CDR y del colectivo juvenil Arran protestaron contra la presencia del monarca. Tras una breve plantada, quemaron imágenes vinculadas a la Casa Real.

 

 

Este miércoles la feria SIL Barcelona ha dado el pistoletazo de salida no exenta de polémica. Convocados por UGT y CC.OO. de Cataluña, un centenar de transportistas se han concentrado a las puertas para pedir la aprobación de un nuevo convenio colectivo para el sector de las mercancías y la logística, después de que el último caducara hace ocho años. El SIL –inaugurado por el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos– coincidirá con varios salones, como el tercer eDelivery Barcelona Expo & Congress, el Congreso Mundial de Zonas Francas y el Intrade Summit BCN. En su 21 edición espera reunir a unas 650 empresas y recibir 30.000 visitantes.