La sentada de miles de manifestantes en Hong Kong está dando sus frutos. Tras cuatro días ocupando el Aeropuerto Internacional, este lunes a las 4 de la tarde (hora local) la autoridad se ha visto obligada a cancelar todos los vuelos previstos, tanto las llegadas como las salidas. Según han indicado, "una gran cantidad de manifestantes impidieron que los pasajeros pudieran facturar" y han "interrumpido gravemente" el servicio.

El objetivo de la sentada es “crear conciencia entre los viajeros internacionales” sobre la actual crisis política que afronta la excolonia británica. La represión policial ha sido la gota que ha colmado el vaso. Por ahora, la protesta se ha saldado con 45 heridos, dos de ellos en estado grave. Es por eso que miles de manifestantes han querido mostrar su rechazo a la actuación policial, sobre todo por el caso de una chica que recibió el impacto de una pelota de goma en la cara: ha perdido la visión de un ojo.

PANCARTAS Y FOLLETOS PARA LOS VIAJEROS

Entre las pancartas resaltan algunas como "¡Salva a Hong Kong de la tiranía y la brutalidad policial!" y "Bufé libre de gas lacrimógeno disponible en 13 distritos", en referencia irónica al despliegue policial. Otros reparten folletos en inglés, español, japonés o chino para contar el movimiento.

Desde que se aprobó el polémico proyecto de ley de extradición, que ahora está suspendido, se han producido dos grandes manifestaciones en el aeropuerto. Según las fuerzas opositoras, esta ley limitaría la independencia judicial de Hong Kong y podría permitir entregar a activistas o periodistas a China.

IMPACTO NEGATIVO PARA LA ECONOMÍA

La jefa del Gobierno local, Carrie Lam, en una rueda de prensa expresó la preocupación de la comunidad empresarial sobre el impacto a largo plazo de las protestas. En este sentido, reclamó poner fin a la violencia. "Estoy muy preocupada por la situación y por eso hago un llamamiento a la calma y a la racionalidad para ayudarnos a superar esa situación", insistió.