El fuego en el Amazonas ha devorado ya miles de hectáreas en distintos estados brasileños. No es solo uno, sino que son varios –difíciles de contabilizar por ahora– los focos de incendio que arden desde hace 18 días. En lo que llevamos de año, en Brasil han aumentado un 83 % en comparación con el mismo período de 2018. Según datos del INPE, de los 72.843 focos de incendio, más de la mitad han afectado a la Amazonía, la mayor selva tropical del mundo. El mundo entero ha lamentado la catástrofe y es por eso que los colectivos Fridays For Future y XR Barcelona han organizado una concentración de rechazo para ejercer presión desde nuestra ciudad, al otro lado del Pacífico.

Este viernes, a las 14 horas, protestarán enfrente del consulado de Brasil, en la avenida Diagonal. El objetivo es denunciar la inacción de los medios y de los políticos, en especial, del Ejecutivo que lidera el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. De hecho, desde que tomó el poder en el país, la deforestación se ha incrementado un 273 %. Arropados por su discurso conservador, los empresarios del sector agropecuario han comprado terrenos –como si tuvieran barra libre– para impulsar áreas de pastoreo, sembrado o para proyectos de minería.

DURAS DECLARACIONES DE JAIR BOLSONARO

El propio presidente Bolsonaro insinuó el miércoles que los incendios habrían sido originados por organizaciones en defensa del medioambiente a modo de venganza por el recorte de de fondos decretado por el Gobierno. "Puede haber, sí, y no estoy afirmando, una acción criminal de esos 'oenegeros' para llamar la atención contra mi persona, contra el Gobierno de Brasil, y esa es la guerra que nosotros enfrentamos", espetó ante los periodistas.

Las consecuencias de los incendios son devastadoras para el planeta. Para empezar, se tardarán décadas en volver a alcanzar los mismos niveles de vegetación. Luego, se ha producido también una considerable pérdida de biodiversidad. Y, además, la falta de bosque perjudica en el proceso de la lluvia. Por otro lado, está el humo, que desencadena problemas respiratorios. De hecho, el cielo de ciudades como Sao Paolo, a 3.000 kilómetros del Amazonas se han cubierto con una gran –y alarmante– nube.

TENDENCIA EN REDES SOCIALES

Las redes sociales también arden bajo el hashtag #PrayForAmazonas. La crítica se centra, sobre todo, en un punto: que el incendio en la catedral de Notre Dame fuera portada en los medios mientras que el fuego del Amazonas ha pasado prácticamente desapercibido hasta que no ha alcanzado una gran repercusión internacional. Cabe recordar que el incendio en París logró recolectar casi 900 millones de euros en donaciones para su reconstrucción.