Renovación en el Salón Erótico: sin cámaras ni productoras de porno

La típica imagen de macho baboso alargando el brazo para tocar un pecho o para grabar una escena de sexo desde cerca se ha acabado en el Salón Erótico. El evento se presenta este 2019 de una forma renovada y más acorde con las inquietudes actuales: apuesta por un modelo feminista, inclusivo, diverso, reflexivo, más respetuoso y con un fuerte acento en la educación sexual. “Las productoras de porno ya no estarán”, desvela la portavoz y embajadora del evento, Noemí Casquet, en conversación con Metrópoli Abierta. “No queríamos seguir siendo cómplices del confort de esta industria en España, teníamos que dar un paso más allá”, incide.

Pero, que no cunda el pánico: seguirá habiendo espectáculos en vivo. Por un lado, shows eróticos “fuertotes” organizados por el mismo salón y, por otro, slow sex que hará hincapié en las sensaciones para “visibilizar otras realidades”. Por ejemplo, espectáculos de magia, pole dance o acrobacias.

DISTANCIA DE SEGURIDAD Y SIN PALOS 'SELFIE'

A propósito, se ampliará la distancia de seguridad con el escenario. Además, tanto las cámaras de gran formato (de uso particular) como los palos selfie no tendrán cabida en la edición que tendrá lugar del 3 al 6 de octubre en el Pabellón Olímpico Vall d’Hebron. Los espectáculos permitidos se podrán registrar con el móvil. Por otro lado, los narradores de los shows no serán únicamente hombres, sino que mujeres participarán también como guías de los actos.

Una actriz posando y hombres grabando el Salón Erótico / HUGO FERNÁNDEZ

Sin embargo, la gran diferencia respecto a ediciones anteriores la marcan los talleres impartidos en las aulas formativas. “Empezó Nacho Vidal hace unos años con talleres y, poco a poco, se han habilitado más zonas”, detalla Casquet. “No queremos negar ningún tipo de representación, así que cualquier persona que venga será bienvenida”, explica.

NOEMÍ CASQUET: POLIAMOR Y LIBERACIÓN

Por ejemplo, algunas de las charlas girarán en torno a temas vinculados a las relaciones abiertas. De hecho, la periodista Noemí Casquet, autora del exitoso libro Mala Mujer, se ha convertido en una de las máximas exponentes del poliamor: consiste en mantener relaciones amorosas y/o sexuales de forma simultánea con varias personas. Y, no solo eso, sino que Casquet es un referente para las jóvenes que buscan la “liberación sexual”. En su zona del Salón Erótico llamada Toca Toca guiará a los asistentes mediante una autoexploración (inmersiva) hacia la sexualidad en todas sus vertientes… y placeres.

Habrá más de cien sesiones formativas (entre talleres, conferencias, coloquios y sesiones experimentales) dirigidas por sexólogos y psicólogos. Desde el control de la eyaculación precoz o los dolores menstruales, a sesiones de sex coaching o empoderamiento sexual, pasando por la sexualidad de los hijos o las tendencias sexuales actuales.

EL PUNTO G Y EL SQUIRT TRIUNFAN

“Los que más funcionan son los talleres prácticos sobre el punto G y las demostraciones para experimentar un squirt”, puntualiza Casquet. Además, se impartirán charlas informativas y talleres prácticos sobre el fetichismo, el sexo hipnótico, los márgenes del placer, el placer anal, el sexo tántrico, los juegos entre parejas o los límites del BDSM, entre muchísimas otras.

La portavoz es consciente de que la industria de la pornografía “no cambia de la noche a la mañana” y que todavía hoy deben “actualizarse” varios aspectos. Sin embargo, en el público ya se han notado ciertas diferencias respecto a otras ediciones. “Hay más gente joven, más parejas y grupos de amigas que van juntas por curiosidad y para descubrir”, dice.

Bajo el lema “Tenemos que hablar”, el evento presentará a través de las redes sociales este 19 de septiembre el mítico vídeo promocional –dirigido por Carles Valdés– que en los últimos años se ha viralizado. Y es que la comunicación constituye un pilar importante –en el salón y en el sexo– para no generar malos entendidos. “Queremos que sea un ambiente seguro para todas y todos”, ha aclarado sobre posibles agresiones sexuales. En el salón, como en la vida: ante todo, libertad y consentimiento.