La gran mayoría de la población ha experimentado alguna vez la desafortunada rotura de una uña. Ocurre, normalmente, de manera espontánea o mientras se realiza una tarea. Es algo normal ya que las uñas también se deterioran y empeoran así la estética del conjunto de las manos. Pero cuando sucede muy frecuentemente, se despegan en capas en la zona del borde, presentan una consistencia fina, débil, escamada y un aspecto desmejorado y poco saludable.
Además, puede dar la sensación de que no crecen. Se trata de un problema muy común, que según la Asociación Española de Mujeres Dermatólogas, padece el 20 % de la población, y que afecta con una mayor incidencia en las mujeres que en los hombres.
Aunque existen diferentes tipos de alteraciones, las más frecuentes son la onicosquisis y la onicorrexis. La primera conlleva la exfoliación de la uña en capas, es decir, se deshojan en el borde. La segunda implica su rotura o fisura en sentido longitudinal. Esto las lleva a lucir un aspecto dentado. Además de afear su apariencia, entorpecen la realización de las actividades cotidianas al engancharse a los tejidos delicados, como las medias o los jerséis, e incluso pueden generar inseguridad.
FACTORES DESENCADENANTES
Pero ¿por qué las uñas se vuelven quebradizas? Esta alteración también es conocida como fragilidad ungueal. Entre las causas más comunes se encuentran el uso de cosméticos agresivos como los quitaesmaltes, los productos de manicura con calidad cuestionable, los específicos para eliminar la cutícula que incluyen hidróxido sódico o potásico y los esmaltes o endurecedores con formaldehído.
Asimismo, el frío, el polvo o el uso de detergentes, lejías o jabones agresivos también son factores que alteran la salud de las uñas. No obstante, también la introducción frecuente de las manos en agua durante un tiempo prolongado o la exposición de las mismas al frío o a fuentes de calor reducen sus niveles de hidratación (el ideal entre el 16 % y el 18 %), conllevando su fragilidad y fractura.
LA IMPORTANCIA DE LA ALIMENTACIÓN
Incluso algunos medicamentos están detrás de la mala salud de las uñas, en especial los específicos para el tratamiento del cáncer, los que tienen elevadas dosis de vitamina A y algunos antiinflamatorios.
En otras ocasiones, el origen de esta alteración está estrechamente relacionado con algunas afecciones dermatológicas, como los eccemas, con infecciones causadas por hongos e incluso con algunas enfermedades relacionadas con el hígado. No obstante, quienes padecen hipertiroidismo o hipotiroidismo también tienen más papeletas de sufrir este tipo de alteraciones en las uñas.
De todos modos, la alimentación es el factor más importante a tener en cuenta en cuanto a las salud de las uñas. En este sentido, es imprescindible consumir alimentos ricos en proteínas, especialmente queratina, vitaminas del grupo B, sobre todo biotina y B12, y minerales como el hierro.
CUIDADO DE LAS UÑAS
Según la Asociación Española de Mujeres Dermatólogas, "los traumatismos, en general mínimos e inadvertidos, son finalmente los desencadenantes. Se relacionan con la mayor afectación de las uñas de los dedos índice y pulgar de la mano derecha, especialmente en los que manejan teclados de ordenador o los que tocan instrumentos como el piano o la guitarra".
No existe una prueba específica que diagnostique concretamente el origen de esta alteración, por lo que el especialista deberá hacer un seguimiento y estudio del caso para dar con un tratamiento personalizado. Pero sí unas pautas comunes. Así, es importante conservar las uñas cortas, evitar el contacto continuo con productos químicos y el agua, usar la lima en una sola dirección o no aplicar y retirar esmaltes más de una vez por semana.
HAY ESPERANZA
No obstante, lo apropiado es complementar dichos cuidados con productos específicos de farmacia que ayudan abordar la fragilidad de las uñas con un buen grado de efectividad. Buen ejemplo de ello es Si-Nails de ISDIN. Se trata de un producto, con aplicador de pincel, que contiene ácido hialurónico catiónico, una sustancia que promueve la adhesión y la hidratación de las cutículas y, por lo tanto, la remineralización de las uñas.
También incluye aceite de lentisco que promueve la síntesis de la queratina, una proteína esencial para la salud de las uñas, que incrementa su grosor y las fortalece. También contiene silicio orgánico para estimular su crecimiento. Además, aplicarlo no presenta ningún grado de dificultad ya que sólo hay que pintar con el pincel la superficie de las cutículas y las uñas, limpias, secas y sin esmalte, hasta cubrirlas por completo.