El persistente anticiclón, que ha monopolizado el tiempo desde los días previos a la Navidad, tiene las horas contadas. Han sido diversas las semanas con dominio del sol, temperaturas contrastadas entre la noche y el día y elevados índices de contaminación como consecuencia de la poca renovación y ventilación del aire. Una situación de estabilidad atmosférica que tan sólo se vio alterada el pasado viernes, cuando un frente frío dejó las primeras precipitaciones del año.
Los modelos meteorológicos indican un notable descenso de la temperatura con la llegada de una masa de aire frío procedente del norte del continente europeo que podría coincidir con la formación de una activa borrasca en el área mediterránea, que daría lugar a un temporal de levante a partir del domingo y que persistiría hasta mediados de la próxima semana. Pequeños cambios en la posición, aún incierta, de la borrasca podrán provocar diferencias importantes en la situación meteorológica.
FIN DE LA MONOTONIA ANTICICLÓNICA
El cambio de tiempo se iniciará este viernes con el paso de un frente que dejará algunas precipitaciones en algunas comarcas del norte y nordeste de Catalunya. En Barcelona, por la mañana habrá intervalos de nubes que dejarán paso a una tarde poco nubosa. El viento de ponente hará que sea el día más suave de la semana, con una temperatura máxima prevista de 17 grados.
De cara al sábado, la nubosidad volverá a aumentar como consecuencia de la llegada de otro frente que a última hora del día podrá dejar alguna precipitación de carácter débil. La temperatura experimentará un descenso que tendrá continuidad en días posteriores.
El domingo la nubosidad será abundante e irá acompañada de algunas precipitaciones. Ambiente cada vez más frío con un descenso de la cota de nieve, que podría situarse por debajo de los 600 metros de altura. Todo ello coincidirá con un reforzamiento del viento y una alteración del estado de la mar.
TEMPORAL DE PRIMERA CATEGORÍA
Será a partir del lunes cuando el temporal se intensificará. La borrasca situada al sur de las islas Baleares impulsará un marcado flujo de componente este sobre todo el litoral catalán. El viento del nordeste (gregal) soplará con intensidad en la costa de Barcelona, con rachas que podrán superar los 80 km/h.
El temporal marítimo también será noticia, ya que podría ser más fuerte del que tuvo lugar a principios del pasado mes de diciembre. Algunos modelos meteorológicos prevén olas superiores a los cinco metros de altura, que podrían provocar daños en algunas infraestructuras situadas en primera línea de mar. Ante esta situación de peligro se recomienda no acceder a las playas ni a los espigones y se desaconseja totalmente la navegación.
La activa borrasca mediterránea, acompañada de aire frío en altura, podrá dar lugar a un episodio de precipitaciones continuadas que, entre el lunes y el miércoles, podría dejar importantes cantidades de lluvia. Habrá que estar muy pendientes de la cota de nieve, especialmente durante el lunes, cuando podría situarse por debajo de los 500 metros. A partir del martes, coincidiendo con un ascenso de la temperatura, la nieve subirá de cota y la nevada quedará concentrada en el Pirineo, sobre todo en el sector oriental.
A más largo plazo, los mapas del tiempo prevén que a partir del jueves la borrasca se debilitaría y el temporal remitiría.