Mañana para enmarcar en Barcelona. La ciudad ha amanecido este martes caluroso de febrero en todos rojizos, rosados y amarillentos desde la parte más alta de la ciudad. Las nubes han tomado el protagonismo del cielo, dejando una estampa de cuadro.
Como se puede observar en la imagen, la luz proyectaba diferentes colores sobre la capital catalana que empezaba a despertarse.
PANORÁMICA
La instantánea ha sido tomada desde el Observatori Fabra, situado en el Tibidabo, por el jefe de meteorología del centro astronómico, Alfons Puertas.
Cuando el cielo de la ciudad está completamente despejado, como ocurrió el lunes, desde las zonas más altas de Barcelona se puede llegar a apreciar con suficiente claridad la isla de Mallorca, la más grande de todas las baleares.